lunes, 28 de marzo de 2011

¿Saldar o no saldar? Algunas cuestiones más

(Viene de esta entrada.)

Ismael Martínez Biurrun dijo:

Me ha sorprendido mucho eso de que el autor no tiene derecho a recibir remuneración por las ventas de saldos o las repreciaciones. ¿En qué ley figura tal excepción? Un saludo, y enhorabuena por tu trabajo y tu compromiso con el género.

Habitualmente, en los contratos de edición se incluye una cláusula que viene a decir: no se generarán derechos de autor por los ejemplares vendidos por debajo del precio de coste.

De todas formas, es posible que confundiese la cuestión al meter en el mismo saco los saldos y las repreciaciones. En el caso de estas últimas, el libro sigue en el circuito de distribución habitual, y se producen pedidos, devoluciones y reposiciones; vaya, la vida normal de los ejemplares. Así que podemos suponer que, de forma igualmente habitual, se aplica el royalty al nuevo precio, y listos. De hecho, conozco de primera mano otra editorial que lo hace así, y yo mismo liquidaré a Kiril Yeskov los derechos generados por las ventas a precio reducido de su El evangelio secreto.

Lo que me inquieta es que, en la práctica, quien determina que un libro se está vendiendo por debajo del precio de coste es el editor, y por tanto queda a su discreción el aplicar o no la cláusula citada. Podemos confiar en que la mayoría de los editores serán honrados con esto, pero también podemos temernos que alguno no lo sea.

Pedro Pablo propuso:

Ahora bien, sería interesante explorar fórmulas menos "denigrantes" que el saldo, al menos formalmente, como por ejemplo la del regalo promocional que citas (se me ocurre hacer una "happy hour literaria" en la Feria del Libro: ¡regalamos durante la próxima hora si resuelve un pequeño juego de adivinanzas o si nos da sus datos -anunciado por altavoces-!) o bien el 2x1: vendes un libro con su precio normal y regalas con él (o le añades 1 euro de coste simbólico) uno de los saldables.

La propuesta de "happy hour literaria" es interesante, pero por desgracia en la Feria del Libro de Madrid, donde podría realizarse con mayor provecho, no está permitido regalar libros. La razón es que la titularidad de la Feria es de los libreros, y naturalmente éstos sienten que se lesionan sus intereses si se regalan ejemplares.

En cuanto al 2x1 (al que veo que varios lectores se apuntan con entusiasmo; de verdad que no hace falta que insistáis en que os gustan los libros gratis: a mí también), por razones similares tampoco puede realizarse en la Feria, lo que nos plantea el problema de cómo llegar a suficientes lectores para que sea eficaz. Por otro lado, habría que calibrar las consecuencias que regalar lo que ha estado a la venta tiene sobre los lectores que han comprado dichos títulos.

Por último, ambas soluciones, incluso sin las dificultades antedichas, permiten usar con fines promocionales todo lo más unos cientos de ejemplares; pero cuando hay que vaciar el almacén, suele ser cuestión de qué hacer con miles... o decenas de miles.

1 comentario:

  1. Hola,

    Descubrí con grata sorpresa este sitio, gracias a que otro Blogger hizo referencia en el suyo.

    Me parece muy interesante, y me tomé el atrevimiento de ponerle un link desde mi blog. :-)

    Un saludo,
    Alejandro.

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