Ha aparecido hace poco esta reseña de La historia de tu vida de Ted Chiang:
El Pez Volador
Como es notorio, La historia de tu vida no es exactamente una novedad, pues fue publicado hace ya casi ocho años (!). Esta reseña, pues, entra en la categoría de "nunca es tarde si la dicha es buena". Afortunadamente, son unos pocos los títulos que publicamos hace años y que siguen vivos en la estima de los lectores (aunque no tantos en el grado en que lo está el de Ted Chiang). Esto va contra todos los principios de veloz rotación de novedades del mercado actual, y es un auténtico placer violarlos, aunque sea en nuestra modesta medida. Y, desde luego, haremos todo lo posible para seguir creando geniales excepciones a las crueles condiciones que imperan hoy en día en la venta de libros.
En esta entrada del blog desarrollé el mismo tema al hilo de otra reseña tardía (¡pero igualmente bienvenida!), mientras que en esta otra podréis encontrar la crónica con fotos de la breve visita que Chiang realizó a Madrid el año pasado. En esta entrada di cuenta de la cancelación del proyecto de editar un relato suelto de Chiang y en esta otra entrada respondí a la pregunta de un lector sobre un posible nuevo recopilatorio del autor.
viernes, 27 de abril de 2012
jueves, 26 de abril de 2012
Cubierta de Shadowmarch
Aquí tenéis la cubierta de Shadowmarch de Tad Williams, que publicaremos próximamente con traducción de Carlos Gardini.
La ilustración de cubierta es de Stephan Martiniere, y el diseño de Alejandro Terán.
martes, 24 de abril de 2012
Habla el traductor: Sólo el acero, de Richard Morgan
Comenzamos con esta entrada una nueva sección que esperamos que dé mucho de sí. Vamos a invitar a nuestros traductores habituales a que nos cuenten algo sobre el trabajo que les ha supuesto traducir alguno de los títulos recientes que hemos publicado, y así, con un poco de suerte, obtendremos un vistazo a su tarea, que a menudo resulta poco visible para el lector (¡cuando precisamente el resultado de su trabajo, la traducción, es lo único que el lector ve de un libro dado!). Esperamos contribuir así a dar protagonismo a nuestros traductores, de los que nos sentimos orgullosos, y a dar a conocer algunos de los entresijos de su labor.
Para esta primera entrega, hemos pedido a Manuel de los Reyes que nos hable de la traducción de Sólo el acero de Richard Morgan, y esto es lo que nos ha contado:
* * *
Circula entre los traductores literarios una suerte de proverbio apócrifo que vendría a expresar la siguiente idea: "El título de una novela es lo último que se traduce, y lo primero que cambia la editorial". Medio en broma, medio en serio (puesto que la mayoría de las veces el título es lo primero que se traduce, siquiera con carácter provisional, y las editoriales ni mucho menos alteran siempre la decisión del traductor), los años de experiencia prestan un matiz muy personal a mi interpretación de este humorístico dicho.
Por una parte, es cierto que el título del documento sobre el que uno trabaja puede variar hacia la mitad o incluso el final de la fase de traducción, bien porque las musas no estuvieran completamente despiertas en el momento de empezar a trabajar, bien porque el desarrollo de los acontecimientos (la aclimatación a la voz del narrador, la sintonización con el léxico y el tono de la historia, etcétera) aconseje revisar una decisión que al pasar de las páginas se demuestre prematura o no del todo atinada.
Comencé a darle vueltas a la traducción del título en cuanto recibí el encargo de traducir The Steel Remains, antes incluso de que el libro llegara a mis manos. En principio, parecía evidente que consistía en un juego de palabras (puesto que steel puede funcionar como sustantivo o como adjetivo, y remains podría ser tanto sujeto como predicado), pero a veces uno ve fantasmas donde no los hay. Unas sucintas pesquisas por internet bastaron para que se recrudeciera mi desconfianza: la novela en la que continúan las aventuras de Ringil Ojos de Ángel se llama The Cold Commands, título que comparte ambigüedad semántica con su antecesor.
Esta aparente confirmación de mis sospechas iniciales se produjo antes de que el autor anunciara el título de la siguiente entrega de la serie (The Dark Defiles), rompiera con la polisémica tradición que sentaban las novelas anteriores e invalidara mi traducción provisional de The Steel Remains: Queda la espada, donde, con algo de imaginación, ese «queda» podía funcionar como verbo y como adjetivo, a elegir.
De modo que mi primera traducción del título dio paso sobre la marcha a una segunda, menos constreñida por la autoimpuesta obligación de conservar un juego de palabras artificial, y aun a una tercera... ninguna de las cuales es la que finalmente acompaña a la espectacular ilustración de Larry Rostant para la edición española de The Steel Remains. Por lo que a mí respecta, desde que se anunció la próxima salida de Sólo el acero me cuesta referirme por otro título a esta novela. Suena bien, tiene fuerza y resulta sumamente evocador. Que surgiera de mi imaginación o no es lo de menos. Al fin y al cabo, "el título de una novela es lo último que se traduce"...
Sí que me gustaría resaltar dos aspectos a los que presté una atención especial durante el proceso de traducción de Sólo el acero. Por una parte, la elaboración del inevitable glosario de términos inventados consustancial a toda traducción de literatura fantástica, una labor tremendamente divertida con la que me he esforzado por hacer justicia a la excepcional imaginación del autor. Y por otra, el minucioso cuidado puesto en la correcta traslación a nuestro idioma de toda la terminología armamentística que salpica las páginas de la novela.
Me consta que una considerable proporción de aficionados al género lamentan que, en ocasiones, los anacronismos y la terminología simple y llanamente mal empleada los sacan de la historia que están leyendo. Un arma mal bautizada o una maniobra de combate pobremente descrita pueden agriarle la experiencia a cualquiera, de modo que he hecho todo lo posible para eliminar esa posibilidad. Ahora únicamente falta que esos denuedos den el fruto deseado.
Cabe mencionar también que, a la hora de despejar alguna que otra duda sobre terminología, fue inestimable la colaboración del mismo Richard Morgan, el cual, cuando le escribí para pedirle ayuda con el significado exacto de un par de palabras extrañas, respondió a mi correo con toda amabilidad... y en un correctísimo español. Uno espera siempre que su trabajo sea del agrado de los lectores, pero creo que es la primera vez que un autor podrá juzgar por sí mismo qué le parece mi traducción de su obra. Una responsabilidad añadida, sin duda, pero también un irresistible aliciente.
Para esta primera entrega, hemos pedido a Manuel de los Reyes que nos hable de la traducción de Sólo el acero de Richard Morgan, y esto es lo que nos ha contado:
Circula entre los traductores literarios una suerte de proverbio apócrifo que vendría a expresar la siguiente idea: "El título de una novela es lo último que se traduce, y lo primero que cambia la editorial". Medio en broma, medio en serio (puesto que la mayoría de las veces el título es lo primero que se traduce, siquiera con carácter provisional, y las editoriales ni mucho menos alteran siempre la decisión del traductor), los años de experiencia prestan un matiz muy personal a mi interpretación de este humorístico dicho.
Por una parte, es cierto que el título del documento sobre el que uno trabaja puede variar hacia la mitad o incluso el final de la fase de traducción, bien porque las musas no estuvieran completamente despiertas en el momento de empezar a trabajar, bien porque el desarrollo de los acontecimientos (la aclimatación a la voz del narrador, la sintonización con el léxico y el tono de la historia, etcétera) aconseje revisar una decisión que al pasar de las páginas se demuestre prematura o no del todo atinada.
Comencé a darle vueltas a la traducción del título en cuanto recibí el encargo de traducir The Steel Remains, antes incluso de que el libro llegara a mis manos. En principio, parecía evidente que consistía en un juego de palabras (puesto que steel puede funcionar como sustantivo o como adjetivo, y remains podría ser tanto sujeto como predicado), pero a veces uno ve fantasmas donde no los hay. Unas sucintas pesquisas por internet bastaron para que se recrudeciera mi desconfianza: la novela en la que continúan las aventuras de Ringil Ojos de Ángel se llama The Cold Commands, título que comparte ambigüedad semántica con su antecesor.
Esta aparente confirmación de mis sospechas iniciales se produjo antes de que el autor anunciara el título de la siguiente entrega de la serie (The Dark Defiles), rompiera con la polisémica tradición que sentaban las novelas anteriores e invalidara mi traducción provisional de The Steel Remains: Queda la espada, donde, con algo de imaginación, ese «queda» podía funcionar como verbo y como adjetivo, a elegir.
De modo que mi primera traducción del título dio paso sobre la marcha a una segunda, menos constreñida por la autoimpuesta obligación de conservar un juego de palabras artificial, y aun a una tercera... ninguna de las cuales es la que finalmente acompaña a la espectacular ilustración de Larry Rostant para la edición española de The Steel Remains. Por lo que a mí respecta, desde que se anunció la próxima salida de Sólo el acero me cuesta referirme por otro título a esta novela. Suena bien, tiene fuerza y resulta sumamente evocador. Que surgiera de mi imaginación o no es lo de menos. Al fin y al cabo, "el título de una novela es lo último que se traduce"...
Sí que me gustaría resaltar dos aspectos a los que presté una atención especial durante el proceso de traducción de Sólo el acero. Por una parte, la elaboración del inevitable glosario de términos inventados consustancial a toda traducción de literatura fantástica, una labor tremendamente divertida con la que me he esforzado por hacer justicia a la excepcional imaginación del autor. Y por otra, el minucioso cuidado puesto en la correcta traslación a nuestro idioma de toda la terminología armamentística que salpica las páginas de la novela.
Me consta que una considerable proporción de aficionados al género lamentan que, en ocasiones, los anacronismos y la terminología simple y llanamente mal empleada los sacan de la historia que están leyendo. Un arma mal bautizada o una maniobra de combate pobremente descrita pueden agriarle la experiencia a cualquiera, de modo que he hecho todo lo posible para eliminar esa posibilidad. Ahora únicamente falta que esos denuedos den el fruto deseado.
Cabe mencionar también que, a la hora de despejar alguna que otra duda sobre terminología, fue inestimable la colaboración del mismo Richard Morgan, el cual, cuando le escribí para pedirle ayuda con el significado exacto de un par de palabras extrañas, respondió a mi correo con toda amabilidad... y en un correctísimo español. Uno espera siempre que su trabajo sea del agrado de los lectores, pero creo que es la primera vez que un autor podrá juzgar por sí mismo qué le parece mi traducción de su obra. Una responsabilidad añadida, sin duda, pero también un irresistible aliciente.
viernes, 20 de abril de 2012
Novedad: El fantasma del Titanic, de Arthur C. Clarke
Hoy se ha puesto también a la venta El fantasma del Titanic de Arthur C. Clarke, con nueva traducción de Carlos Gardini.
En esta entrada encontraréis la presentación que dediqué a este libro en el blog.
Novedad: Sólo el acero, de Richard Morgan
Hoy se ha puesto a la venta Sólo el acero de Richard Morgan, con traducción de Manuel de los Reyes.
En esta entrada podéis leer la presentación que hice de esta novela en Artifex Plus.
martes, 17 de abril de 2012
Novedades de abril 2012
Éstas son las novedades que aparecerán este mes de abril:
El fantasma del Titanic, de Arthur C. Clarke (Alamut Serie Fantástica nº 44)
Tras la recuperación en años anteriores de obras descatalogadas de Arthur C. Clarke como Las fuentes del paraíso y Cánticos de la lejana Tierra, le llega el turno a El fantasma del Titanic, aprovechando la efeméride del centenario del hundimiento de famoso transatlántico. En esta última novela Clarke plantea un doble juego: por un lado, la trama de los proyectos en competición para rescatar el Titanic a tiempo para el aniversario del naufragio sigue las líneas de sus clásicos relatos de ingenieros heroicos, hombres llenos de ingenio capaces de sacrificarse por aquello en lo que creen; y por otro, el autor realiza un entretenido ejercicio de prospectiva, imaginando un futuro que ya es prácticamente nuestro presente, y que el paso del tiempo ha convertido en una curiosísima realidad alternativa que merece la pena contrastar con el estado real de nuestro mundo. Añadamos que contiene la exploración de un fascinante misterio matemático, y el resultado es una novela concisa, plagada de ideas sugestivas y con un ritmo vivaz: en resumen, puro Clarke. La nueva traducción que os ofrecemos corre a cargo de Carlos Gardini.
Sólo el acero, de Richard Morgan (Alamut Serie Fantástica nº 45)
Richard Morgan es un autor que hasta ahora ha tenido en España más fama que suerte comercial, pero con esta novela esperamos cambiar esta situación. Hasta el momento, Morgan era conocido como autor de ciencia-ficción con un importante componente de novela negra, y destacaba por una crudeza y un dinamismo que llamaron la atención de los lectores anglosajones, primero, y más tarde de los de aquellos países donde sus libros se fueron traduciendo: su primera novela, Carbono alterado, se considera ampliamente como uno de los mejores debuts de la pasada década. Luego Morgan ha tocado muchos otros palos, incluyendo guiones de cómic y videojuegos, y en Sólo el acero aborda por fin la fantasía épica, a la que aporta su marca de fábrica: una perspectiva dura y descarnada. Las peripecias de Ringil Ojos de Ángel en su descenso al lado oscuro, Egar el Matadragones en su debate entre civilización y barbarie y Archeth la inmortal en su dilema de servir a humanos que desprecia conforman un relato cincelado a base de hachazos y alaridos, con una prosa enérgica y un descaro que los lectores no olvidarán fácilmente. La versión en castellano es en esta ocasión de Manuel de los Reyes.
El fantasma del Titanic, de Arthur C. Clarke (Alamut Serie Fantástica nº 44)
Tras la recuperación en años anteriores de obras descatalogadas de Arthur C. Clarke como Las fuentes del paraíso y Cánticos de la lejana Tierra, le llega el turno a El fantasma del Titanic, aprovechando la efeméride del centenario del hundimiento de famoso transatlántico. En esta última novela Clarke plantea un doble juego: por un lado, la trama de los proyectos en competición para rescatar el Titanic a tiempo para el aniversario del naufragio sigue las líneas de sus clásicos relatos de ingenieros heroicos, hombres llenos de ingenio capaces de sacrificarse por aquello en lo que creen; y por otro, el autor realiza un entretenido ejercicio de prospectiva, imaginando un futuro que ya es prácticamente nuestro presente, y que el paso del tiempo ha convertido en una curiosísima realidad alternativa que merece la pena contrastar con el estado real de nuestro mundo. Añadamos que contiene la exploración de un fascinante misterio matemático, y el resultado es una novela concisa, plagada de ideas sugestivas y con un ritmo vivaz: en resumen, puro Clarke. La nueva traducción que os ofrecemos corre a cargo de Carlos Gardini.
Sólo el acero, de Richard Morgan (Alamut Serie Fantástica nº 45)
Richard Morgan es un autor que hasta ahora ha tenido en España más fama que suerte comercial, pero con esta novela esperamos cambiar esta situación. Hasta el momento, Morgan era conocido como autor de ciencia-ficción con un importante componente de novela negra, y destacaba por una crudeza y un dinamismo que llamaron la atención de los lectores anglosajones, primero, y más tarde de los de aquellos países donde sus libros se fueron traduciendo: su primera novela, Carbono alterado, se considera ampliamente como uno de los mejores debuts de la pasada década. Luego Morgan ha tocado muchos otros palos, incluyendo guiones de cómic y videojuegos, y en Sólo el acero aborda por fin la fantasía épica, a la que aporta su marca de fábrica: una perspectiva dura y descarnada. Las peripecias de Ringil Ojos de Ángel en su descenso al lado oscuro, Egar el Matadragones en su debate entre civilización y barbarie y Archeth la inmortal en su dilema de servir a humanos que desprecia conforman un relato cincelado a base de hachazos y alaridos, con una prosa enérgica y un descaro que los lectores no olvidarán fácilmente. La versión en castellano es en esta ocasión de Manuel de los Reyes.
lunes, 16 de abril de 2012
Nueva distribución de Alamut
Como conté en esta entrada, desde el pasado mes de febrero Alamut dejó de ser distribuida por Logintegral, y como insinué en esta otra, la nueva distribución vendrá de la mano de una aventura poco convencional.
Es el momento de revelar que la distribución de Alamut pasa a estar a cargo de la editorial Gigamesh. Así pues, cedemos la comercialización tanto del fondo como de las novedades de Alamut a la editorial barcelonesa, que a su vez repartirá nuestros títulos entre su red de distribuidoras (que podéis ver en la sección sobre Distribución de nuestra página) y les aplicará los mismos incentivos que a su propio fondo.
Esperamos que este acuerdo suponga una solución imaginativa a los problemas de distribución que nos han perseguido prácticamente desde la inauguración de nuestros sellos, además de un espaldarazo a la visibilidad de nuestros títulos, que pasarán a estar respaldados por una editorial con una filosofía muy parecida a la nuestra y que en los últimos tiempos ha aprovechado el éxito de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin para afinar su sistema de distribución y lograr así resultados difíciles de obtener por nuestra cuenta.
[Edito a 17.04.2012 para evitar confusiones: como conté en esta entrada, sólo ha cambiado la distribución de nuestro sello Alamut. Nuestro otro sello, Bibliópolis, sigue estando distribuido por UDL.]
Es el momento de revelar que la distribución de Alamut pasa a estar a cargo de la editorial Gigamesh. Así pues, cedemos la comercialización tanto del fondo como de las novedades de Alamut a la editorial barcelonesa, que a su vez repartirá nuestros títulos entre su red de distribuidoras (que podéis ver en la sección sobre Distribución de nuestra página) y les aplicará los mismos incentivos que a su propio fondo.
Esperamos que este acuerdo suponga una solución imaginativa a los problemas de distribución que nos han perseguido prácticamente desde la inauguración de nuestros sellos, además de un espaldarazo a la visibilidad de nuestros títulos, que pasarán a estar respaldados por una editorial con una filosofía muy parecida a la nuestra y que en los últimos tiempos ha aprovechado el éxito de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin para afinar su sistema de distribución y lograr así resultados difíciles de obtener por nuestra cuenta.
[Edito a 17.04.2012 para evitar confusiones: como conté en esta entrada, sólo ha cambiado la distribución de nuestro sello Alamut. Nuestro otro sello, Bibliópolis, sigue estando distribuido por UDL.]
jueves, 12 de abril de 2012
Nueva reseña de Hôtel Transylvania, de Chelsea Quinn Yarbro
Ha aparecido hace poco esta reseña de Hôtel Transylvania de Chelsea Quinn Yarbro:
Sagacomic
La buena opinión de este crítico viene a recordarnos la amargura de habernos quedado sin poder continuar con la publicación de esta serie en España, algo que seguro que comparten muchos lectores de este blog. Pero las cifras mandan, y el vampiro Saint-Germain tendrá que esperar una nueva ocasión para que sus aventuras se extiendan por nuestro país.
Aunque sea para lamentar lo que no pudo ser, en Artifex Plus podéis encontrar una reseña anterior del mismo libro (y un comentario mío sobre por qué en este hôtel no se pueden hacer reservas), otra entrada con algunas referencias a la serie, una respuesta a lectores que se interesaron por su continuación y finalmente una extensa explicación de por qué era difícil plantearse una suscripción, opinión que se vio confirmada por los resultados de la votación de nuevas suscripciones.
Sagacomic
La buena opinión de este crítico viene a recordarnos la amargura de habernos quedado sin poder continuar con la publicación de esta serie en España, algo que seguro que comparten muchos lectores de este blog. Pero las cifras mandan, y el vampiro Saint-Germain tendrá que esperar una nueva ocasión para que sus aventuras se extiendan por nuestro país.
Aunque sea para lamentar lo que no pudo ser, en Artifex Plus podéis encontrar una reseña anterior del mismo libro (y un comentario mío sobre por qué en este hôtel no se pueden hacer reservas), otra entrada con algunas referencias a la serie, una respuesta a lectores que se interesaron por su continuación y finalmente una extensa explicación de por qué era difícil plantearse una suscripción, opinión que se vio confirmada por los resultados de la votación de nuevas suscripciones.
lunes, 9 de abril de 2012
Dos posibles cubiertas para Vigilantes del pasado
Aquí tenéis dos posibles diseños para la cubierta de Vigilantes del pasado, de Orson Scott Card, que publicaremos próximamente con traducción de Rafael Marín. La ilustración es de Stephan Martiniere, y el diseño de Alejandro Terán.
En esta ocasión, Alejandro y yo tenemos un desacuerdo sobre qué diseño funciona mejor, y he pensado que podemos consultarlo con los lectores. Así que, sin precisar cuál de ellas prefiere cada uno de nosotros, quería preguntaros: ¿cuál de las dos cubiertas os parece más atractiva? ¿La superior, o cubierta A? ¿O la inferior, o cubierta B?
No os prometo que vayamos a usar el diseño que votéis mayoritariamente, pero sí que tendremos muy en cuenta vuestras opiniones.
miércoles, 4 de abril de 2012
Dos nuevas reseñas de Rito de paso, de Alexei Panshin
Han aparecido recientemente dos nuevas reseñas de Rito de paso de Alexei Panshin:
El mundo de Yarhel
Casa de Libros Perdidos
Destaco de la primera reseña: "La novela se lee bien y no se hace nada pesada y combina la reflexión con las aventuras. A lo largo de las páginas asistimos a los cambios físicos y mentales de los personajes, especialmente de la niña protagonista -Mia Havero-, desde su infancia hasta poco después de su rito de paso. Eso sí, hoy día serían políticamente muy incorrectos según qué pasajes, como la cacería del tigre, por ejemplo. Es agradable poder leer este tipo de novelas que no se eternizan ni pretenden iniciar una megasaga".
Y de la segunda: "Realmente el libro trata sobre ética, moral y sobre cómo la perspectiva que tenemos de otros está totalmente influenciada por lo que conocemos y hemos vivido. De cómo en momentos clave de nuestra vida nos vemos obligados a dar un salto en nuestro crecimiento y ser plenamente conscientes de que ya no somos unos niños, tenemos responsabilidades y no podemos obviarlas. Una lectura muy agradable, unos personajes bien construidos que van perfilándose a lo largo de las páginas. Para amantes de la ciencia ficción aunque no es necesario ser un experto."
Aquí y aquí podéis encontrar tres reseñas anteriores de este mismo libro, y en esta otra entrada la presentación que hice de él en Artifex Plus.
El mundo de Yarhel
Casa de Libros Perdidos
Destaco de la primera reseña: "La novela se lee bien y no se hace nada pesada y combina la reflexión con las aventuras. A lo largo de las páginas asistimos a los cambios físicos y mentales de los personajes, especialmente de la niña protagonista -Mia Havero-, desde su infancia hasta poco después de su rito de paso. Eso sí, hoy día serían políticamente muy incorrectos según qué pasajes, como la cacería del tigre, por ejemplo. Es agradable poder leer este tipo de novelas que no se eternizan ni pretenden iniciar una megasaga".
Y de la segunda: "Realmente el libro trata sobre ética, moral y sobre cómo la perspectiva que tenemos de otros está totalmente influenciada por lo que conocemos y hemos vivido. De cómo en momentos clave de nuestra vida nos vemos obligados a dar un salto en nuestro crecimiento y ser plenamente conscientes de que ya no somos unos niños, tenemos responsabilidades y no podemos obviarlas. Una lectura muy agradable, unos personajes bien construidos que van perfilándose a lo largo de las páginas. Para amantes de la ciencia ficción aunque no es necesario ser un experto."
Aquí y aquí podéis encontrar tres reseñas anteriores de este mismo libro, y en esta otra entrada la presentación que hice de él en Artifex Plus.
lunes, 2 de abril de 2012
Cubierta de Sólo el acero
Os presento la cubierta de Sólo el acero, la trepidante incursión de Richard Morgan (Carbono alterado, Leyes de mercado) en la fantasía épica, que publicaremos próximamente con traducción de Manuel de los Reyes.
La ilustración es obra de Larry Rostant, y el diseño corre a cargo de nuestro colaborador habitual para estas lides, Alejandro Terán.
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