martes, 23 de febrero de 2010

Reseña de La hija del dragón de hierro, de Michael Swanwick


En el blog Un Tintero de Sapphire se ha publicado la siguiente reseña de La hija del dragón de hierro de Michael Swanwick (la encontraréis pinchando en el enlace):

La hija del dragón de hierro

Siempre hace ilusión cuando una novela editada hace tiempo es comentada, porque eso supone que los lectores siguen encontrándola (lo que no suele ser tan fácil como sería deseable) e, idealmente, disfrutándola. En este caso se trata de un título que publicamos a principios de 2006.

Aunque la reseña no es uniformemente positiva, me ha gustado porque demuestra una comprensión del libro que no es frecuente. En concreto, me encanta que el reseñador, ante el hecho de que la novela no fuese lo que él esperaba, no salte inmediatamente a descalificarla, sino que admita que sus expectativas no son un baremo universal. Cualquiera que, al leer un libro, disfrute de la sorpresa de que éste aporta más de lo que promete, ése es uno de los míos (y por ende disfrutará mucho de la mayoría de los títulos que he publicado).

Aprovecho para comentar un detalle que se menciona en la reseña y que creo que nunca he tenido oportunidad de aclarar: como se indica nada más comenzar la novela, Jane, la protagonista, es una "niña trocada". El reseñador ha tardado en entender a qué se refiere esa expresión, y es comprensible: en el original es "changeling", es decir, es una niña robada por los duendes (que habrían dejado a un pequeño duende en su lugar, de ahí el intercambio). La propuesta de traducir "changeling" por "trocada" es, me parece, una valiosa aportación de Manuel de los Reyes, el traductor, pero es cierto que le faltan las connotaciones para ser inmediatamente comprensible (como suele suceder al traducir términos folklóricos ajenos), y que el contexto de la novela tarda en dar las pistas necesarias para adivinar de qué se trata. (Por cierto, si se capta, se disfruta mucho más el final, que incluye una interpretación realista del cambio de niños).

Toda la novela de Swanwick, ciertamente, es una revisión realista, dura y algo gamberra de los clichés de la fantasía. El País de las Hadas, en su versión, no es un lugar al que huir de lo cotidiano, sino un sitio donde la vida es igual de insatisfactoria. Para poblar su mundo, Swanwick hace acopio del rico acervo de la fantasía celta (tan explotado en la fantasía épica, lo que sirve para marcar el género a demoler), con muchas aportaciones originales, como esas fantásticas gárgolas parlanchinas que se alimentan de suicidas (o suicidados) y las derivadas de la industrialización a la que somete a Faerie, como los dragones de hierro. Pero lo más radicalmente contrario a la tradición de la fantasía comercial en La hija del dragón de hierro es que en ella el tiempo no es lineal, sino cíclico, y la búsqueda inherente a la fantasía no progresa, sino que se estanca. Como la vida misma.

No se me ocurre peor noticia que darles a los lectores de fantasía escapista, y hay que tener una mala uva muy refinada para meter este gol por la escuadra al lector y hacerle disfrutar al mismo tiempo. (Otro autor extraordinario, M. John Harrison, hizo lo mismo de forma simultáneamente más áspera y más colorista en la secuencia de Viriconium, de la que seguramente hablaré en otra ocasión.)

3 comentarios:

  1. Un libro muy interesante y que lamentablemente ha pasado desapercibido. Recuerdo devorar el final con avidez en un viaje de avión sobre una península ibérica completamente oculta por las nubes, esperando que el dragón de hierro nos atacara de un momento a otro.

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  2. Leyéndole he podido constatar que se lamenta de la dificultad de encontrar algunas novelas editadas hace tiempo. Como a mi me ha pasado lo mismo en muchas ocasiones (teniendo que rebuscar por pequeñas librerías en busca de libros prematuramente descatalogados), ¿no se ha planteado el editar también en formato digital? Es una forma de mantener los libros siempre accesibles a los lectores.

    Un saludo,

    CRdL

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  3. A mí me encantó esta novela cuando la leí en inglés hace muchos años, era algo así como Brett Easton Ellis escribiendo fantasy, lo cual siempre me pareció una idea divertida.

    ¿Has pensado en la posibilidad (aunque sea remota) de publicar "The Dragons of Babel, ambientada en el mismo universo que "La hija..."?

    Gracias.

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