Destacó que en las reseñas de la obra de Sapkowski se hace referencia casi siempre a la traducción, algo que no es habitual. Esto le parece asombroso, porque el traductor suele ser invisible, lo que achaca a un fallo de la cultura humanística española.
Atribuyó su forma de plantearse la traducción de la Saga de Geralt de Rivia a su intención de realizar un trabajo comercial. El tipo de traducción que realizó de Sapkowski (a quien se refirió como "un Umberto Eco de la fantasía", por los diversos niveles de sus obras) habría estado determinado por una estrategia de publicación que buscaba causar un efecto determinado sobre el lector. Ante su público de futuros traductores, Faraldo insistió en que la traducción debe abordarse con una finalidad en mente.
Explicó que la traducción de los arcaísmos fue especialmente complicada, ya que en la tradición literaria española el uso de lo castizo, de formas que recuerdan a la literatura del Siglo de Oro, está extendido (citó a Cela o Unamuno), mientras que en polaco este recurso es algo muy nuevo. Para mantener el efecto, pues, elevó el nivel de los arcaísmos.
Lo mismo sucedió con las expresiones soeces y vulgares, que en polaco son mucho menos frecuentes en el lenguaje literario. Para conservar el impacto sobre el lector del uso deliberado de estos tacos y palabrotas, había que darle otra vuelta de tuerca en castellano.
Sobre la necesidad de incorporar material al original, puso un ejemplo igualmente de "El confín del mundo" en el que, para justificar una referencia a una expresión polaca al final del texto, pidió permiso al autor para incluir al principio del relato una frase de diálogo que explicase dicha expresión. El objetivo era conseguir que las referencias del texto fueran inteligibles.
Añadió que el traductor debe ser honrado y admitir que, aunque su trabajo es creador, su función es la de servir de medio. Y como tal, comete errores. Puso como ejemplo el trabajo de una doctora polaca sobre la traducción al castellano de El último deseo, donde ésta halló, sin atisbo de ironía, un significado cultural netamente español en el cambio de una frase que, en realidad, había sido trastocada por error (y subsanada en ediciones posteriores): "... el sol se pone y la vodka se acaba" apareció en castellano como "... el sol sale y la vodka se acaba".
También le preguntaron si estaba a favor de usar las notas a pie de página, y respondió que no, pero por otra parte contó que siempre ha tenido la intención de realizar algún día una edición anotada de la Saga. Así mismo, le plantearon la importancia de conocer la cultura de partida, y afirmó que para él era muy diferente traducir del polaco o del alemán, culturas que le permean, que del inglés, que entiende y traduce, pero en cuya cultura no ha vivido.
Finalmente, los alumnos le plantearon a Faraldo la conveniencia para un traductor joven de encontrar a un autor nuevo que ofrecer a los editores, y Faraldo contestó que le parecía una buena estrategia. Y con la pregunta de un alumno definitivamente obnubilado sobre si de verdad que era español, se dio fin a la clase.
La saga tiene sus altibajos, pero en general es regular. Desde luego ni el autor es un visionario ni su obra se recordará como un hito de la literatura fantástica. Entretenida, sin más, aunque, a veces, profundamente tediosa y cargante (sobre todo cuando participa el personaje "Jaskier").
ResponderEliminarestoy empezando a releer ultimo deseo, la traducción al español tiene palabras fuera de época, solo en una pagina puedes leer "una venta" que la llama 3 palabras después taberna, que la regenta un posadero que lo llama seguido de tabernero. no se venta creo que es poco apropiado pero si va a buscar habitación y cerveza con posada creo que seria el termino correcto y por lo cual posadero no ventero ni tabernero, aunque este ultimo si se puede usar por el marco narrativo. en cuanto historia esta bien, gusto colores .
ResponderEliminar