Yo como Marco Porcio Catón sigo en mis trece. Una alternativa para hacer más rentable la publicación de libros es hacerlo como libros electrónicos. Ya que permite suprimir al impresor, distribuidor y librero, abaratando por ello los costes y el precio del libro. Y así el que no pueda permitirse comprar muchos libros a 20-25 € si lo podrá hacer a un precio inferior.
Carlos (sospecho que el mismo) insiste:
Creo que debería apostar por las nuevas tecnologías y empezar a publicar algunos libros en formato electrónico. Creo que el ahorro de los gastos de impresión, distribución (y del intermediario si se vende el libro directamente al lector) hacen más viable el publicar obras minoritarias.
Celebro que lo tengas tan claro, porque con un poco de suerte podrás enseñarme algo que no sé: humildemente, y como mencioné de paso en esta entrada (tercer párrafo), no veo forma de que una edición electrónica resulte rentable hoy en día, y por tanto no la contemplo como alternativa de edición.
Veamos un caso con cifras reales: el de La era de Drácula de Kim Newman, que como conté en esta entrada, no ha alcanzado ventas suficientes, y que ha motivado tu segundo comentario. El experimento mental es: ¿habría sido más rentable una edición electrónica?
Para empezar, el coste de producir La era de Drácula ha sido de algo más de 9.000 euros (en la línea de los datos sobre costes que di en esta entrada). De ese coste, unos 4.000 euros corresponden a la imprenta y al papel (un precio bastante más elevado de lo habitual, porque en aquellas fechas el papel estaba excepcionalmente caro). Restando la impresión quedan, por tanto, 5.000 euros de coste.
Para cubrir ese coste, podemos aspirar a vender, por ejemplo, 500 ejemplares a un precio de 10 euros, o bien 1.000 ejemplares a 5 euros. Doy estas dos opciones, creo que representativas de las muchas intermedias posibles, para subrayar un primer problema del libro electrónico: una mayoría de sus potenciales lectores parece convencida de que 10 euros es un precio excesivo (llamémoslo un precio exorbitante); y otra parte que ya no sé si es mayoritaria, pero desde luego hace mucho ruido, opina que 5 euros, también (pero concedamos que este precio podría ser percibido como adecuado).
Dejemos de lado el problema del precio que se percibe como aceptable, y vayamos al quid de la cuestión: para ingresar ese precio íntegro, tenemos, como indicas, que prescindir de intermediarios. Yo creo que el mercado del libro electrónico sólo empezará quizá a existir cuando haya una plataforma potente y atractiva que aglutine la oferta, y por tanto no creo que pueda prescindirse en absoluto de un intermediario (que tenderá a cobrar hasta el 55% del precio del libro, que es lo que cobran ahora el distribuidor más el librero... si no más), pero a efectos de este experimento mental, asumamos que nos lanzamos a vender 500 o 1.000 ejemplares directamente (y asumamos que podemos hacerlo a coste cero, desde nuestra propia página). La pregunta es: ¿algo en mi experiencia como editor, o en la experiencia de los colegas con los que trato, permite suponer que estamos en condiciones de vender 500 o 1.000 ejemplares de algo (sea un libro en papel o un libro electrónico) a través de nuestras páginas y por internet?
La respuesta es que no. Todos los datos con los que cuento apuntan a que es prácticamente imposible sumar, con los medios con los que contamos, esa cifra de compradores online. Sabemos que, mientras mantuvimos la oferta de compra online de los libros de Bibliópolis, lo normal es que las ventas por internet no llegasen a 10 o 15 ejemplares por título. Sabemos, como conté aquí, que la colección Bibliópolis Fantástica llegó a los 50 suscriptores simultáneos. Sabemos que la antología Artifex Segunda Época superó los 100 en algunos números (pero no en los últimos). Sabemos que, según parece, nos va a costar la misma vida aproximarnos siquiera a la cantidad de 150 suscriptores a Las Monarquías de Dios, a pesar del considerable interés que ha generado esta iniciativa.
Así que, siendo realistas, podemos fijar en unos 100 ejemplares el potencial de venta directa de una edición electrónica, y yo diría que con los datos en la mano esa cifra supondría un rotundo éxito de convocatoria. Esos 100 ejemplares, a 5 euros de precio, nos darían unos ingresos de 500 euros, y a 10, de 1.000. Con lo que el resultado de la operación serían unas pérdidas de 4.500 o 4.000 euros. Cuando resulta que con las ventas (¡insuficientes!) de nuestra edición ordinaria en papel de La era de Drácula, ordinariamente impresa y ordinariamente distribuida... hemos perdido menos dinero que eso. Y lo mismo puede decirse de prácticamente todos los libros que han tenido ventas bajas, con muy pocas excepciones.
Por acabar de explorar las posibilidades, retomemos un momento la idea de la venta a través de la plataforma potente a la que me refería unos párrafos más arriba. Supongamos que la capacidad comercial de esta plataforma permite aspirar a ventas mucho mayores que esos 100 ejemplares que constituyen un éxito en la venta directa. Supongamos que vendemos nada más y nada menos que diez veces más: 1.000 ejemplares (de nuevo, un resultado que estimo razonablemente bueno). Pues bien, dado el previsible descuento de en torno al 55% que cobraría este intermediario (y creo que posiblemente estoy siendo conservador, y aspirará a cobrar más), al precio de 5 euros eso nos da un ingreso de 2.250 euros, y al precio de 10, de 4.500 euros. Es decir, que con unos buenos resultados (que nadie garantiza) y con una plataforma de venta sensacional (que todavía no existe)... seguiríamos perdiendo dinero. Naturalmente, las pérdidas serían mayores con el precio "adecuado" de 5 euros (2.750 euros) que con el precio "exorbitante" de 10 euros (500 euros), pero seguirían siendo pérdidas.
La madre del cordero, como podréis imaginar, es que nadie sabe si el libro electrónico va a aumentar el número de compradores. Si mejorásemos ligeramente las cifras de ventas que he manejado en este ejemplo, nos acercaríamos a la rentabilidad. Pero, ¿quién puede asegurar que vamos a tener más compradores? ¿Que esos lectores, de hecho, existen o existirán? Mientras tanto, el coste de producir el libro se va a reducir (aunque no tanto como en este ejemplo, porque como indiqué más arriba lo normal es que la imprenta suponga menos porcentaje del coste que en este libro), pero de ningún modo va a desaparecer completamente. Y si el número de compradores se mantiene constante, pero el precio es mucho menor, ni siquiera con el ahorro en costes las cuentas acabarán de salir.
Si me está leyendo alguien que tenga más experiencia en la venta de libros electrónicos en castellano, agradeceré que deje en los comentarios la confirmación (o no) de los datos que manejo.
Y para terminar, una coda:
Frente a este panorama digamos pesimista de la posibilidad de rentabilizar el libro electrónico, con frecuencia se oye cómo se conmina a los editores a lanzarse de todas formas, ya que se presume que la edición tradicional (que hoy por hoy es la única que cuenta con certeza con suficientes lectores afines al producto, bastantes compradores dispuestos a pagar los precios habituales, y una distribución capaz de alcanzar un mínimo de ventas) dejará de existir paulatinamente. Pero esa elección que se nos plantea es la del pobre marinero que, capturado por los piratas, es conminado a punta de sable a recorrer la plancha y caer al mar infestado de tiburones. Sencillamente, no es una elección. Ante la tesitura de fabricar libros de nula rentabilidad cierta, esos libros dejarán de fabricarse, sin más.
Así que si los apóstoles del libro electrónico tuvieran razón en que no hay más remedio que pasarse al nuevo formato (con todas sus ventajas), pero se equivocasen al considerar que brotarán mágicamente muchos compradores más, creo que la principal consecuencia de las dificultades anunciadas para la edición tradicional sería, simplemente, que dejarían de producirse muchos libros, particularmente por parte de pequeñas editoriales y en géneros minoritarios.
Por contra, sería de prever una eclosión de proyectos amateur, de ediciones realizadas sin ánimo de lucro; se volvería normal que ni el autor ni el editor ni el traductor vivieran de su trabajo, y cada uno se ganaría el pan como pudiese (probablemente como funcionario), y luego se dedicaría a eso de los libros como hobby. ¿No os recuerda a nada esto? Yo es que ya fui editor de fanzines en los años noventa, y me lo pasé pipa; pero, francamente, sería una tragedia volver a aquello veinte años después.
Podías haber empezado por: lo máximo que puedo vender online son 100 libros. Todo el mundo entiende que con esa cifra no hace falta que publiques nada.
ResponderEliminarSólo un apunte. Por mi experiencia en ediciones digitales, el porcentaje que se llevan distribuidores/plataformas no es del 55%, sino del 35% como máximo.
ResponderEliminar¡Intermediarios!
ResponderEliminarhttp://forums.kindledirectpublishing.com/kdpforums/entry.jspa?externalID=393
Salve, oh, Amazon:
Su tarifa es del 65% del precio de venta...
O un 30% si lo vendes a consumidores de Canada, EEUU, y UK (en este último caso descuentan el IVA, claro)
El 65% por si alguien no entiende bien el inglés.
Ya venden mas bits que papel(se quedan con el 65% del valor de esos bits)
El cambio de política de royalties se lo atribuyen las malas lenguas a la Apple ebook store que comisiona, supongo, ese mismo 30%.
Ellos tienen el dispositivo de consumo del contenido, pero por encima de todo, tienen el número de cuenta de los potenciales consumidores.
Se estima que la tienda de apple atesora información financiera de mas de 200 millones de clientes... que con una solo pulsación aprueban la compra de cualquier cosa.
Sí alguien encuentra la solución que se la guarde para si mismo y se haga rico con ella.
¿Quemar internet?
ResponderEliminar-Suredist
El porcentaje en Amazon varía, pero la opción común es de 70% para el autor 30% para ellos, si no hay editorial por el medio.
ResponderEliminarA mí los apóstoles del libro electrónico cada vez me recuerdan más a los neoliberales que han hundido la economía mundial: se aúlla y vocifera que, o te pasas al libro electrónico o estás perdido, que el mundo del libro como objeto físico se acaba, que es el pasado y está anticuado y...
ResponderEliminarPues yo no lo creo. Lo primero es que dudo mucho que el libro tradicional vaya a desaparecer -es más, imagino que en unos años volverá a resurgir-. Sus ventajas son tan evidentes que es como aquellos que decían que en el futuro íbamos a dejar de comer comida de verdad y sólo nos íbamos a alimentar de píldoras, como los astronautas.
Lo segundo es que me pone de los nervios el discurso derrotista y agresivo de estos apóstoles: es el discurso de la industria, de los capitalistas que desean destruir el tejido cultural existente para hacernos más estúpidos e inútiles. Sí, el libro electrónico como tal, tiene su espacio y sus ventajas, se sumará evidentemente a nuestra cultura, pero no destruirá lo que haya a menos que dejemos a memos e idiotas al servicio -sin saberlo- del capital el manejar nuestro mundo.
Creo, Luis, que lo que hay que hacer ahora es resistir, aguantar el temporal arriesgando lo menos posible. Y quien resista tendrá una ventaja de al menos una cabeza.
Bulichov
El libro electrónico existe y poco a poco va a ir subiendo sus ventas. A partir de ahí que cada cual haga lo que quiera. Desde luego, el libro físico no va a desaparecer. Lo que igual desaparece es algún tipo de ediciones físicas y de tipos de libros.
ResponderEliminarYo, como es conocido, solo pido un 20%, de los cuáles doy un 5% al cliente.
ResponderEliminarY no, aún no hay mercado suficiente. Luis ya sabe mis cifras de venta. Como dice Alfredo, ibas a vender 100.
No estoy para nada de acuerdo.
ResponderEliminarPor minuscula promoción que se haga de un libro, twiter, un blog, facebook, etc, etc... Se puede llegar a una cifra respetable.
100 unidades?
Por favor!
Eso no es ni lo que compran "por compromiso" los conocidos del autor!
Recordad que internet es una ventana abierta 24/7 y a todo el mundo!
Cuando os deis cuenta de que si algo es bueno se vende, se apartaran las reticencias de las editoriales.
Eso si, id olvidando el 55% de pvp.
Amazon lo hace muy bien. Ahí teneis ejemplo.
Otro posible problema a la edición electrónica es barajar como coste de un libro (sin impresión ni papel) el de 4000 euros... Reduciendo esa premisa se reduciría también el número de compradores necesarios, al igual que aumentando el número de compradores -¿con otras técnicas? ¿con libros que sí vendan más y que tiren de éstos? ¿en otros mercados que con la red son más accesibles que sólo el español?- también se reducirían las necesidades de cubrir una financiación determinada.
ResponderEliminarSi el tópico de "si algo es bueno se vende" fuera cierto, está editorial no tendría ningún problema económico.
ResponderEliminarJose
Año 1996. Directivos de compañia discografica: - Vamos a ver pero¿alguien se puede creer que la gente va a comprar música a través de Internet?.¿Que puede ser rentable vender canciones por 1 dolar? Nuestro mayor volumen de ventas son los CD y las descargas las hacen 4 frikis, no hay demanda.Pero si los reproductores cuestan un pasta y solo 256 mb de capacidad. ¿Quien va a escuchar música por la calle con auriculares pudiendo escucharla tranquilamente en su cadena musical? Los mp3 quedaran para grupos marginales y aficionados...
ResponderEliminarEn mi opinion el mercado del libro electronico está todavía en la incubadora pero es el futuro, la evolucion no es inmediata ni drástica pero es imparable.
Un par de cuestiones:
ResponderEliminarPrimero, ¿por qué ha de ser todo o nada? ¿No se podrían complementar ambas ediciones, en papel y electrónica?
Segundo, sí, 100 unidades son pocas, pero ¿en qué plazo? Creo que se obvia el hecho de que una edición electrónica tiene virtualmente (nunca mejor dicho) una vida comercial tan larga como la de la editorial.
Por todo esto, ¿por qué no sacar ediciones electrónicas de los libros ya publicados en papel?
¿De verdad te cuesta 5.000 euros preparar la edición electrónica de un libro? Entonces no comprendo cómo es que a John Locke (el autor de más éxito en la Kindle Store) el preparar una edición le cuesta menos de mil dólares (unos 700 euros).
ResponderEliminarLocke auto-publica sus libros, cobra 99 centavos por ellos, y se está forrando.
Traducción, diseño portada, maquetación, corrección... claro que puede costar 4.000 - 5.000 euros.
ResponderEliminarOtra cosa son los autores españoles, que no necesitan traducción. Habría que ver los márgenes y el coste de oportunidad.
Buen artículo y con cifras que hablan por sí solas, corroboradas por librerias electrónicas. Punto muy claro para seguir con el modelo del libro en papel.
Ahora, que el autor que quiera vender sus e-books en amazon o desde su página web sin pasar por editorial, también es libre de hacerlo.
Cyberdark,
ResponderEliminarDices que no existe actualmente mercado suficiente para los ebooks y confio en tu palabra (soy cliente/fan de Cyberdark.net desde hace muchos años).
Pero ninguna de los superventas de Minotauro, La Factoría de ideas o Gigamesh están disponibles en edición electrónica.
¿Quizás deberiamos esperar a que esto suceda para hacernos una idea precisa del volumen de ventas?.
Un saludo y excelente intercambio de ideas
Efectivamente los dos comentarios son míos. Como lector (y comprador) en ambos soportes se que ambos deben coexistir. No se trata de publicar exclusivamente en digital y abandonar el papel.
ResponderEliminarEvidentemente desconozco los entresijos del mercado editorial. Pero si Lorenzo Silva ha publicado toda su obra en digtal recientemente y pequeñas editoriales como Sirius sobreviven publicando en ambos soportes, es porque el libro electrónico tiene futuro. Otra cosa es si su futuro es a corto, medio o largo plazo.
La situación expuesta ha quedado meridianamente clara, al menos para un pequeño sello editorial que aspira a sobrevivir con el fruto de su trabajo y pagar adecuadamente a los profesionales que trabajan para él; a saber: ilustrador, traductor, composición de textos, corrector...
ResponderEliminarDe momento parece claro que el libro electrónico per sé no es rentable (aunque algunos autores puedan sacarse unos pocos cuartos), pero sí coincido con JMB en que podría ser una ayuda a la edición física (dependerá de contratos, pero supongo que el editor podría presionar al autor/representante para conseguir los derechos en digital por el mismo precio), sobre todo teniendo en cuenta que es una política de bajo coste que se podría mantener a lo largo del tiempo. ¿Que sólo se venden en un par de años 40 copias digitales, a 5 euros; pues bienvenidos sean esos 200 euros adicionales.
Por otra parte, me apena conocer las cifras, entiendo que bajas, de la suscripción.
Finalmente, coincido con Luis en lo que siempre he pensado: es necesario una (o varias) plataforma fuerte para que el libro electrónico despegue; a nivel nacional o probablemente coexistiendo con otras internacionales. Al final, se acabará pagando lo mismo en España que en USA, pero lo veo como competidor directo del libro de bolsillo (que sí notará el recorte).
Dicho en otras palabras, quienes más pueden ganar (márgenes de venta de la plataforma aparte) son los grandes sellos con los Bestsellers habituales, no los géneros especializados y con cifras de ventas físicas estimadas en unos pocos cientos de compradores. Y eso, pese al potencial mercado hispanoamericano; sí, 500 millones de potenciales compradores... si el producto se conoce, interesa, es accesible en una plataforma mayoritaria, tiene buen precio, ofrece mejoras frente a la alternativa gratix y un largo etcétera. Una probabilidad que se antoja demasiado pequeña, aunque evidentemente moderadamente interesante.
Un post muy sensato y oportuno. En esta vida sólo hay que hacer números.
ResponderEliminarLamentablemente, no dudo que el libro electrónico terminará cuajando y entonces, sospecho, se impondrá el escenario final:
"una eclosión de proyectos amateur, de ediciones realizadas sin ánimo de lucro; se volvería normal que ni el autor ni el editor ni el traductor vivieran de su trabajo, y cada uno se ganaría el pan como pudiese (probablemente como funcionario), y luego se dedicaría a eso de los libros como hobby". Añadan, con cuatro grandes editoriales señoreando el mercado mainstream en sus múltiples variantes.
De hecho es lo que está pasando, la escritura como hobby (probablemente de funcionarios) y la edición, casi-casi.
Y eso es terriblemente catastrófico... donde todo cristo se curra el jardín, nadie diseña paisajes.
Traducción, diseño portada, maquetación, corrección... no deben costar ni setecientos dólares.
ResponderEliminarUna buena portada cuesta cero si vamos a Flickr y escogemos un diseño libre de derechos de autor o con un copyleft Creative Commons que permita su uso comercial sin coste.
Maquetar ya no es un oficio. Habiendo conversores a EPUB sencillos y de gran calidad, la tarea de montar el libro son cuatro clics.
O sea, que el coste de producción se reduce a lo que se pida el traductor o, si se trata de un original en castellano, el corrector. Cuatrocientos euros. Punto pelota. Eso es todo. Al autor se le niega el anticipo y se le entrega exclusivamente un porcentaje sobre el PVP.
Así las cosas, a cuatro euros el libro, ya se ha superado el umbral de rentabilidad... Habida cuenta de que lo que se estima por ventas son cien ejemplares, es decir, una auténtica mierda.
Pero el caso es que ya no son números rojos. Y cuando las ventas despeguen, a lucrarse.
Esto es así, señores; mal que le pese al mundo bibliodocus, por aquello de que la industria no parece dispuesta a abaratar sus costes y a dejar caer sus lastres.
Joder tronco, así más que libros lo que haces son churros, y no de los buenos precisamente. Lo que usted entiende por un libro y lo que yo entiendo por un libro son cosas totalmente diferentes. La traducción la harías con el Google Translator, imagino. Entendería, y sólo tal vez, tu posicionamiento, si fueras una proto IA bastante poco sofisticada. De otro modo me cuesta.
EliminarA seguir bien
-hungaze
Hablamos del mercado español, no lo olvidemos. La gente que pontifica sobre el libro electrónico no está proyectando sus deseos, o charlataneando sobre un sueño que tuvieron a la luz de la Luna. Habla con envidia del éxito arrollador y aún sin techo que tiene el ebook al otro lado del charco, y se enfada cuando mira aquí. Es normal.
ResponderEliminarAquí le hemos hecho la zancadilla desde el principio. Los grandes grupos editoriales lo retrasaron todo lo posible, y cuando han querido ponerse las pilas, son los grandes comercios y distribuidoras los que les han zancadilleado a ellos, y en el tira y afloja sólo puede salir horrores como Libranda. Así se da el caso de que, pese a que la crisis ya se está cebando con las novedades impresas (muchas a precios que cada vez menos están dispuestos a pagar por un libro), no hay un cimiento electrónico sólido que pueda, junto al bolsillo, mantener un ritmo de ventas a menor precio.
Si finalmente se da ese escenario apocalíptico que estoy leyendo aquí, lo habremos sembrado nosotros.
PD: Pedro menta un factor importante. No tiene sentido vender más barato si no abaratas la producción. Producir a la manera del papel y vender bits no es rentable. Pero entiendo que en un modelo mixto es muy complicado.
Desde mi punto de vista el mercado español es muy inmaduro para que las editoriales de genero se lancen a la aventura, lo primero porque se ha demostrado en otros formatos que la gente prefiere descargar gratis antes que pagar y lo segundo porque los generos fantásticos, CIFI y Terror estan menos seguidos en % de lectores que en otros paises.
ResponderEliminarLa única formula que yo veo es que las editoriales accedieran a todo el mercado castellano-parlante y vendieran su producto por todo el mundo. Necesitarían una plataforma potente que deseara hacer la competencia a Amazon o la propia Amazon. Yo tengo un kindle y si pudiera compraría libros de las editoriales en la librería online. No nos olvidemos que quizás por cultura nosotros no solemos pagar pero en otros paises como por ejemplo USA si que hay un % muy grande que lo hace. Yo estoy seguro que muchos de los hispanos de USA por no hablar de toda sudamerica estarían dispuestos a comprar la Saga de Geralt de Rivia por poner un ejemplo
"se volvería normal que ni el autor ni el editor ni el traductor vivieran de su trabajo, y cada uno se ganaría el pan como pudiese (probablemente como funcionario), y luego se dedicaría a eso de los libros como hobby".
ResponderEliminarEsto YA es normal. No es un mal que vaya a venir a causa del libro electrónico. Es algo que sucede desde hace muchos, muchos años. La mayoría de los escritores (salvo los cuatro que venden a mansalva) viven de lo que ganan de sus obras y de otra cosa (conferencias, cursos, trabajo de funcionario, etc.). Muchos traductores y correctores viven de traducir... pero no libros literarios.
Me parece que este es un tema distinto del de la entrada. Culpar al libro electrónico de un panorama que ya existía antes de su aparición es absurdo.
Estoy de acuerdo con JMB y Mariano Villareal: no se trata de sacar uno de los dos, sino los dos formatos.
Cómo me alegra saber que hay editores que siguen dándole importancia a la presentación del libro (la portada vende, incluso en los ebooks), pero sobre todo a la buena edición, traducción, corrección y, sí, maquetación. Como lectora detesto las editoriales que, por bajar el precio, escatiman en la calidad.
ResponderEliminarSoy de las que pagarían 10€ por una buena edición digital. Sin DRM, eso sí.
Publicar en ambos formatos simultáneamente es posible para pequeñas editoriales sin una plataforma potente de venta detrás. Y para muestra la editorial Sirius a la que compré el año pasado un ebook en la pasada Feria del Libro de Madrid (http://www.equiposirius.com/principal/)
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarUn par de comentarios.
Uno, yo también tengo un kindle, y me es más fácil obtener un libro "sin pagar" que comprarlo. Curioso, pero cierto. Un amazon.ES o similar sería la salvación, pero de momento, nada. Muy mal.
Otro, me dice un amiguete americano que él va a la biblioteca de la universidad con su e-book y "saca" los libros para 25 días (licencia que caduca y hay que renovar, hastya 3 veces creo que dejan) en formato digital. Y en los libros para estudiar, con una opción de bajarse también los apuntes y anotaciones de otros alumnos. Tremendo. Y parece ser que en la biblioteca municipal también se pueden obtener libros en digital incluso desde casa.
Otro mundo...
saludos,
David
Nosotros apostamos por la necesidad de una plataforma centralizadora (o facilitadora) del hecho de comprar libros digitales.
ResponderEliminarLo que es evidente es que sin promoción digital (o no digital) adecuada, ningún libro se vende. Ni 100 ni 10 ejemplares.
Nuestra experiencia demuestra que la promoción y el precio son los únicos factores que afectan a la venta. Pero no existe un límite solo falta que la gente use plataformas como la nuestra para vender y que se invierta en promoción.
1.- Soy lector de libros electrónicos. Mi decisión ha sido no volver a comprar papel. Tengo las estanterias a rebosar de libros físicos y considero un ebook como algo que me aporta una ventaja.
ResponderEliminar2.- Cuando el ebook no está disponible legalmente espero a que lo esté ilegalmente. Así de claro y de sencillo. Quien no publique en electrónico no obtendrá una venta conmigo.
3.- El símil del mercado discográfico con los formatos digitales es aplicable al consumo de libros (inicios, reproductores caros, uso por frikies...). Pero hay un matiz importante: los artistas han pasado de cobrar por los discos que venden (cada vez menos) a hacerlo por los conciertos en directo. Un autor no tiene esa alternativa. La digitalización de los libros (y su correspondiente piratería asociada) conllevará a la drástica reducción de publicaciones
4.- La venta de ejemplares electrónicos a través del canal tradicional es vergonzosa. FNAC o Casa del Libro (por poner dos ejemplos) no me aportan valor si compro un ebook. ¿Por qué les tengo que pagar un 55% de su valor a ellos?
5.- Políticas como regalar la descarga del ebook si compras el ejemplar en papel, etc... deberían empezar a ponerse en marcha ya para atacar el mercado digital y afianzar un futuro incierto.
El libro digital y el analógico o fisico pueden coexistir perfectamente, yo puedo llevarme mi comodo lector e-reader para leer en el metro mientras voy a mi trabajo y tener mi libro físico para leerlo en casa comodamente en la butaca de mi sala de estar.
ResponderEliminarCreo que las pequeñas editoriales son ls que saldrán ganando con el formato digital ya que las grandes debido a su inercia de grandes inversiones, grandes volumenes de ventas etc, no se pueden adaptar con tanta facilidad al nuevo mercado digital, las peuqeñas no tienen esa inercia y pueden cambiar de rumbo con menores costos, aunque insisto en que el e-book es una nueva oportunidad de negocio no la unica ni va a reemplazar completamente al libro fisico..
Totalmente de acuerdo con esta última entrada. Creo que lo mejor sería realizar una edición tradicional junto con la electrónica, pues ambos formatos coexisten y coexhistirán. De esta forma se pueden maximizar los beneficios y tener a todos los clientes contentos.
ResponderEliminarComo consumidor compulsivo de literatura por qué no puedo elegir el formato para leer que me apetezca. Pues no. Pues la industria del libro, como otras, intenta imponer su voluntad al consumidor, decirle lo que es mejor para él: el formato tradicional porque con el eléctrónico no gano tanto. Por favor hagamos gala de una sociedad más libre y ofrezcan ambos formatos y que el lector elija, pues leer es un placer, se pase la página pulsando un botón, acariciando una pantalla de tinta electrónica o sientiendo el tacto del suave papel.
ResponderEliminarPedro dice: «O sea, que el coste de producción se reduce a lo que se pida el traductor o, si se trata de un original en castellano, el corrector. Cuatrocientos euros. Punto pelota. Eso es todo. Al autor se le niega el anticipo y se le entrega exclusivamente un porcentaje sobre el PVP.»
ResponderEliminarY, si su comentario no era irónico, yo digo: ¡ja, ja, ja! Los traductores suelen cobrar poco por el gran trabajo que hacen, pero de ahí a no cobrar casi nada... Vamos, sería un milagro encontrar a alguien dispuesto a traducir un libro. Fin de la publicación de obras traducidas. Luego, el corrector tiene trabajo tanto si la obra está escrita en castellano como si es una traducción (sí, ¡los textos traducidos también se corrigen!), y, oh, qué curioso, también querrá cobrar por su trabajo, puesto que tiene la mala costumbre de comer cada día. Y el autor... Uf, quién sabe, algunos aceptarían el trato de no cobrar adelanto y cobrar sólo un % sobre las ventas, pero serán pocos, muy pocos, y la mayoría dirá que tururú y que, para eso, guardan sus obras en un cajón y, como mucho, se las dejan leer a los amigos. Fin de la publicación de muchas obras. Resumiendo, ¡un desastre!
Se ha tratado este tema de una forma muy simplista en mi opinión, para el artículo tan detallado que se ofrece. Me gustaría dar mi punto de vista a esto, como autora y como más que iniciada en el mundo editorial, particularmente en el electrónico.
ResponderEliminarPara empezar, los costes y el mercado aglutinado en un solo distribuidor. Ese distribuidor ya existe y se llama Amazon. Hay muchas pequeñas cosas que mencionar a este respecto, pero en general si "publicas" bajo amazon se llevan un 30% de los libros que cuestan más de 2,60 (en este momento. Esa cifra varía, ojo) y un 70% por el resto. ¿Por qué cobrar más por los más baratos? Sencillo: Son los más vendidos.
Esto se relaciona con otro artículo que hay por este blog dedicado a los saldos. En este caso en formato 70% para el distribuidor pasa parecido PERO hay muchas cosas que no se han tomado en cuenta.
Para empezar, que se ve con recelo el libro electrónico en las editoriales, no sólo por los dudosos beneficios que se obtengan o o, sino por una pérdida de lectores(me sorprende que el señor Pardo no haya abordado también ese tema en este artículo) que quiero aclarar que es mínimo, pero mínimo al nivel de irrisorio.
El que no paga por libros, no paga y punto, no hay nada que hacer.
Uno de los mayores problemas es que descargar un libro electrónico es más sencillo que comprarlo (exceptuando amazon y cuatro plataformas literarias) lo cual va del más absoluto absursdo a la estupidez supina, en lo que a expertos en ventas se refiere.
Yo, personalmente, soy amante de los libros en papel, pero no tengo dinero para comprar todos los que quiero. Yo llegué a conocer Geralt de Rivia por descarga ilegal (en legal no habñia), y posteriormente me estoy haciendo, cuando y como puedo, con los libros físicos. Y no sólo eso, gracias a ello descubrí esta editorial a la que van la mayoría de mis gastos en libros.
Dicho esto, es falso que el lector digital no compre papel, y es falso que no se consigan lectores nuevos (de papel y de electrónico, por supuesto) introduciéndose en el mercado del e-book.
Si vuestros libros estuvieran en e-book, a un precio de 5 euros (sí, es lo que considero razonable) tendría toda mi biblioteca virtual llena de vuestros titulos.
En base a tal afirmación de los 5 euros, hablemos de los costes.
(Continúa)
Como alguien mencionó arriba, el secreto de este sistema no es publicar solo en e-book, sino en papel y en e-book.
ResponderEliminarTú inviertes esos 9000 euros y tienes tu edición en papel. Bien, pues una vez que la tienes, inviertes otros 500 euros en:
-Transformación del libro a formatos digitales: 300 euros.
-Promoción en internet por medios de pago: 200 euros (que es mucho, pero asumamoslo para ajustarnos al numero de ventas que tú presumes, aunque sería mayor con esta publicidad).
Esos son los gastos del e-book. Si, dices, alcanzarías unos 100 compradores en internet en tus propios medios, como mínimo los gastos los tendrías cubiertos a ese precio de 5 euros.
¿Perderías compradores en papel? Sí, unos pocos, pero no más de los que ganarías, como he mencionado arriba. A los que nos gusta leer en papel, leemos en papel, y a los que nos gusta leer en digital, leemos en digital.Y los que no llegamos a fin de mes, leemos en ambos formatos.
Dicho lo cual, con ese producto ya terminado te vas al distribuidor central y, sin perdidas, te llevas de un 30 a un 70% de las ventas en digital, ahorrándote muchos intermediarios.
No, no es el negocio del siglo, lo que digo es que si el formato papel lo vendes TAMBIEN en digital, el margen de posibles perdidas que manejas es simplemente absurdo, al menos tan bajo que podrías asumirlo facilmente en un proyecto aún en caso de que fracasase.
Respecto a los famosos detractores del papel, diré que opino que los libros en papel seguirán imprimiéndose, y seguirán vendiendose, pero es indudable que una gran parte del mercado (en cifras, si no me equivoco, circulo de lectores perdió un 20% de sus subcriptores porque dejaron de leer en papel, y debido a ello formaron la plataforma digital booquo) va a dejar el formato papel.
Es cierto que es más rentable en estos momentos la edición en papel, totalmente correcto, pero también es cierto que añadir ejemplares digitales ya en base al proyecto en papel tiene unos riesgos mínimos y un margen de beneficios alto, una vez se consagre una editorial como editorial on-line también.
Espero que mi punto de vista te/os sirva de algo.
Un cordial saludo.