viernes, 26 de marzo de 2010

Reseña de El sol en esplendor, de Sharon Kay Penman

Se ha publicado la siguiente reseña de El sol en esplendor (primera parte de La Guerra de las Rosas) de Sharon Kay Penman en el blog Me Gustan los Libros:

El sol en esplendor

En esta entrada comenté algunos aspectos de la serie, al hilo de la presentación del segundo volumen, Señor del norte, que se puso a la venta la semana pasada.

jueves, 25 de marzo de 2010

Cubiertas de La era de Drácula y Trilogía del Imperio (3ª edición)

Aquí tenéis, presentadas por primera vez a los lectores, las cubiertas de dos próximas novedades: La era de Drácula de Kim Newman y la tercera edición de Trilogía del Imperio de Isaac Asimov:





Pulsando sobre ambas encontraréis versiones a mucho mayor tamaño. Las ilustraciones son de Alejandro Colucci y Maciej Garbacz, respectivamente, y el diseño en ambos casos de Alejandro Terán.

Sobre La era de Drácula podéis ver un comentario en esta entrada; y sobre Trilogía del Imperio tenéis un excelente artículo de Rodolfo Martínez aquí.

Ambos títulos se pondrán a la venta en abril.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Cuentos de la Tierra Vaga, de Enrique Lázaro

Anónimo preguntó:

¿Qué hay de una posible reedición de Cuentos de la Tierra Vaga de Enrique Lázaro?

Me encantaría hacerla, pero me parece que precisamente para ese tipo de títulos se inventaron la impresión a demanda y el libro electrónico. Como por el momento no publicamos ni en uno ni en otro formato, es prematuro planteárselo.

Para quienes no los conozcan, los Cuentos de la Tierra Vaga de Enrique Lázaro son un conjunto de relatos originalísimos y muy, muy divertidos que eluden cualquier clasificación. Podríamos decir que, aunque plantean un escenario y situaciones de fantasía aproximadamente heroica (hay reyes con sus reinos, guerreros con sus guerras y hechiceros con sus hechizos), enseguida se lanzan por un camino absolutamente propio en el que se incluyen elementos tomados un poco de todas partes, principalmente de la historia de la filosofía. Por apuntar algunos rasgos, yo diría que las tramas se basan en dos principios: la reducción al absurdo y el idealismo, es decir, la convicción de que los razonamientos lógicos (o pseudológicos) tienen más peso que la realidad material. Pero esto no empieza ni a describir la complejidad y la maestría de estos relatos. Si tuviera que reducirlos a un eslógan, yo diría que Enrique Lázaro es el Terry Pratchett de aquéllos para los que Terry Pratchett no es suficiente.

Hace una docena de años, con la intermediación de Agustín Jaureguizar, publiqué en unas ediciones que, piadosamente y con el beneficio de la retrospectiva, podrían clasificarse de preprofesionales, dos volúmenes de Enrique Lázaro: los citados Cuentos de la Tierra Vaga y Nuevos cuentos de la Nueva Tierra Vaga. Quedó pendiente de publicación un tercer volumen, aunque el discreto éxito de los primeros me indicó que nadie lo echaría de menos.

Y ahora, en los últimos meses, he recibido varias muestras de interés por estos libros. De lectores que han perdido uno de los volúmenes y desearían recuperarlo, o nunca lo han tenido pero les gustaría. Personas que, en suma, leyeron a Enrique Lázaro hace tanto tiempo y, con razón, no pudieron olvidarlo. ¿Es el momento entonces de recuperarlo, quizá en una edición recopilatoria? Hmm. Véase el primer párrafo de esta entrada.

martes, 23 de marzo de 2010

Lovelock, de Orson Scott Card y Kathryn H. Kidd


Hoy se pone oficialmente a la venta Lovelock de Orson Scott Card y Kathryn H. Kidd, cuya ficha podéis encontrar aquí. También hay un comentario mío en esta entrada.

Así comienza:

Si hubiera sabido lo que me deparaba Mayflower, tal vez me habría quedado en New Hampshire. Aunque me hubieran arrancado gritando de nuestra casa prefabricada, podría haberme escondido antes de subir a la lanzadera espacial.
Carol Jeanne me habría buscado, naturalmente, y durante mucho tiempo. Pero nunca me habría encontrado, y por mucho que llorara mi pérdida, al final se habría marchado sin mí. Había un mundo nuevo esperándola, para ser observado, comprendido, transformado. El campo de juegos de sus sueños. ¿Qué es el amor comparado con eso?
Yo la había perdido ya; tendría que haberlo sabido. ¿Quién puede competir con un nuevo planeta en el corazón de un gaiólogo?
Pero en aquella época yo era demasiado ingenuo para comprender nada que importase. En aquellos días mi devoción hacia Carol Jeanne era tan grande que, aunque hubiera sabido lo que sucedería en el Arca, las terribles cosas que haría, el aterrador curso que tomaría mi vida, habría ido con ella de todas formas, alegremente. No se me ocurrió que pudiera vivir un solo día sin ella. ¿Qué me habría importado entonces un pequeño asesinato? Estaba loco por ella.

lunes, 22 de marzo de 2010

Extras de la edición coleccionista

Anónimo preguntó:

¿Se sabe algo de los extras (si es que los van a tener...) que incluirán las ediciones especiales de la Saga de Geralt de Rivia?

La espada del destino (edición coleccionista) y La sangre de los elfos (edición coleccionista) irán en tapa dura e incluirán el nuevo mapa de la Saga, pero no contendrán un cuadernillo a color como sucedía en El último deseo (edición coleccionista) (con las ilustraciones de Alejandro Colucci sin rótulos). Sin embargo, no descartamos incluir otros extras en las siguientes entregas.

viernes, 19 de marzo de 2010

Reseña de Mundo de dioses, de Rafael Marín

Ha aparecido la siguiente reseña de Mundo de dioses de Rafael Marín en The Commuter Blog (en catalán):

Mundo de dioses

Esta novela de Rafael Marín, que reeditamos en Alamut el año pasado, es probablemente la mejor introducción a su obra para todos aquéllos que lo conozcan por su labor como guionista y experto en cómic. Particularmente, en ella están volcados todos sus conocimientos y reflexiones sobre el cómic americano de superhéroes, un poco al modo en que haría junto con Carlos Pacheco en Iberia, Inc. Pero si en aquella miniserie de cómic el sesgo consistía en traer a España las tradiciones de los superhéroes, en Mundo de dioses se contemplan esas mismas tradiciones desde el punto de vista de la ciencia-ficción.

El resultado es una novela dinámica, trepidante y muy bien escrita, donde la descripción cinética de la acción es, más que el habitual relleno emocionante, una apuesta de carácter literario: Marín intenta (y sale airoso de ello) nada más y nada menos que transmitir las sensaciones de las viñetas de un cómic... pero sin contar con el dibujo.

Aparte de los numerosos guiños que aparecen a personajes reconocibles (pero que no es necesario captar para seguir la trama), me parece particularmente memorable el ingenioso recurso que concibe Marín para conseguir herir a un superhombre invulnerable: no lo contaré aquí para no estropear la sorpresa, pero baste decir que es una solución que sigue la aplastante lógica interna que requieren tanto los universos superheroicos coherentes como la mejor ciencia-ficción.

jueves, 18 de marzo de 2010

Mapa de Las Monarquías de Dios

Aquí tenéis en primicia el mapa de Las Monarquías de Dios, la saga de Paul Kearney cuya primera entrega, El viaje de Hawkwood, publicaremos en abril:



(Pinchando sobre él veréis una versión mucho mayor.)

Sobre Las Monarquías de Dios ya conté algo en esta entrada, y mostré la cubierta de El viaje de Hawkwood en esta otra. Examinar ahora el mapa me hace recordar la vastedad de la narración de esta serie: si lo seguís conmigo, os presentaré brevemente a las principales fuerzas en conflicto.

(Aquéllos que prefieran no saber nada de antemano sobre El viaje de Hawkwood harían bien dejando de leer aquí.)

En el extremo oeste del continente de Normannia tenemos la próspera nación marítima de Hebrion, enriquecida con el comercio. Su capital, Abrusio, es el segundo puerto del continente, y tiene a gala ofrecer productos de todos los demás estados. Esta apertura al exterior causará graves problemas cuando, tras la caída de Aekir, la orden inceptina (los llamados Cuervos de Dios) decida aprovechar el pánico para exterminar a los herejes, los paganos y los meros extranjeros.

Hebrion es uno de los cinco reinos que forman las Monarquías de Dios. Los otros cuatro son Astarac, Almark, Perigraine y Torunna, que ostentan el liderazgo sobre los demás estados ramusianos (esto es, que siguen la religión derivada de las visiones del Primer Santo, Ramusio). El principado de Fulk, el ducado de Touron, Finnmark, Gardiac y la aislada Kardikia componen el resto del bloque occidental que, al comienzo de la historia, hace frente común contra el avance merduk. Pero no seguirá unido mucho más tiempo...

En el este, los Siete Sultanatos merduk siguen la fe del profeta Ahrimuz. Ostrabar ostenta la hegemonía sobre ellos, especialmente desde que sus ejércitos conquistaron a sangre y fuego la capital espiritual ramusiana, Aekir. Los torunianos, que se tienen por los mejores soldados de Occidente, ha reagrupado a sus fuerzas dispersas en la fortaleza del dique de Ormann, y allí plantarán cara a la próxima oleada invasora.

En el centro de las Monarquías de Dios se encuentra Fimbria, antiguamente el imperio dominante en la zona. Tras las Guerras Religiosas que marcaron la expansión de la fe ramusiana, la Hegemonía fimbria se desintegró, y durante un siglo lo que quedó de ella se concentró en las luchas internas entre los electorados de Amarlaine, Tulm, Neyr y Gaderia (el electorado de Narbosk se secesionó). Pero recientemente los electorados han puesto fin a sus diferencias, lo que puede significar la reaparición de Fimbria en el escenario continental.

Junto al mar interior de Tor se halla Charibon, sede de la orden inceptina y nuevo baluarte de la fe ramusiana tras la caída de Aekir. Allí se reunirá el Sínodo de Prelados para elegir al nuevo sumo pontífice tras la desaparición del anterior en la invasión merduk, y allí se trazarán las principales líneas de la consolidación del poder religioso sobre las monarquías... si reyes capaces como Abeleyn de Hebrion no se lo impiden.

Finalmente, al suroeste y lindando con las regiones merduk de Macassar (la antigua Rovena ramusiana) y Calmar, dominadas por los nómadas del mar, se encuentra el ducado isleño de Gabrion, país natal de Richard Hawkwood, capitán de navío, mercader avezado y corsario ocasional que tendrá un papel decisivo en la disputa religiosa que sacude Hebrion.

miércoles, 17 de marzo de 2010

La dama del lago en dos volúmenes

Anónimo preguntó:

La verdad, yo creo que la pregunta importante no es si se editará La dama del lago en un solo volumen, sino, ¿por qué se editó en dos?, cuando ni siquiera tú pareces muy contento con ello.

Claro que no estoy contento. Si hubiera dependido de mí, habría editado La dama de lago de Andrzej Sapkowski en un solo volumen... ¡y en noviembre de 2007! Pero, pese a los insistentes rumores en contra, debo advertir de que, como editor, no soy omnipotente. Al contrario, en mi trabajo cotidiano, ante mil situaciones de toda índole, grande o pequeña, no me queda más que hacer de la necesidad virtud.

Éste es un buen ejemplo de ello. Por un lado, el traductor de la Saga de Geralt de Rivia, José María Faraldo, comenzó a dar señales de no poder cumplir los plazos de entrega en torno a 2005 (el primer título afectado por esto fue Bautismo de fuego, pero como el retraso fue leve, los lectores apenas lo notaron). Por otro, para mí era evidente que el éxito de la saga en España se debía, sobre todo, a su traducción, y me resistía a la idea de sustituirlo, o siquiera de repartir el trabajo con otros traductores.

Se inició así un largo proceso de tira y afloja en el que los libros iban saliendo tarde o temprano, pero a costa de retrasos y contorsiones cada vez más elaboradas. La torre de la golondrina salió seis meses después de lo anunciado, y la traducción de La dama del lago se empantanó irremisiblemente durante los primeros meses de 2007. En principio me limité a esperar, pero cuando se acercaron las Navidades de ese año sin que estuviera a la vista el final de la traducción, propuse al traductor que se encargase de Camino sin retorno en su lugar (un trabajo más liviano, puesto que varios relatos ya estaban traducidos, y como recopilación de cuentos era más variada que una novela), y el truco funcionó: publicamos esa colección en noviembre de 2007. En 2008, el esquema (espera inicial, desistimiento y alternativa) se repitió con Narrenturm, pero ya no salió tan bien: al ser un texto muy largo, no estuvo a tiempo para las Navidades de ese año, y finalmente apareció en mayo de 2009.

Culminado con éxito el desafío de traducir el primer título de la Trilogía de las Guerras Husitas, que como puede testimoniar cualquiera que lo haya leído no es precisamente más sencillo que los libros de Geralt de Rivia, habría sido de esperar que Faraldo encarase lo que le restaba de La dama del lago con mayor confianza y energía, de forma que hubiésemos podido publicarla en Navidad de 2009... pero no fue así. De hecho, admitió que no podía solo y por primera vez buscó ayuda de otros traductores, que se encargaron cada uno del borrador de un solo capítulo. Aun así, una vez más se acercaron las fechas, y una vez más se hizo evidente que habría que recurrir a una solución imaginativa para no perder el mejor momento comercial del año para un lanzamiento (que sí que se perdió en 2008, a mi pesar).

Sapkowski, al que hemos invitado a España tantas veces que he perdido la cuenta y con el que Faraldo y yo mantenemos una excelente relación (el verano pasado, sin ir más lejos, lo visitamos en su ciudad natal y entre otras cosas nos enseñó el cementerio donde está enterrada su familia), estaba muy al tanto de estos retrasos y muy preocupado por ellos, y nos había sugerido la posibilidad de dividir el libro en dos, tal como se la sugirieron a él con ocasión de la publicación del original en Polonia. Casualmente o no, justo en la mitad de La dama del lago termina un capítulo que constituye un punto y aparte de la narración, cerrando una subtrama pero dejando la continuación abierta, exactamente igual que las entregas anteriores de la saga (de hecho, es un final muy parecido al de La sangre de los elfos). Teníamos, pues, el acuerdo del autor, y también la certeza de que el texto se prestaba de forma natural a la división. Pero, ¿era ésta necesaria?

Resultó que sí: Faraldo consiguió entregar la primera mitad del libro in extremis para editarla en Navidad de 2009... pero, como era quizá inevitable, el largo proceso de tira y afloja que definía nuestra relación profesional culminó con su renuncia a seguir encargándose como traductor principal de Sapkowski. Así pues, no era sólo que la segunda mitad de La dama del lago estuviera pendiente de traducción; es que no tenía traductor para ella. ¿Cuánto más podía retrasarse entonces un libro que para entonces acumulaba dos años de retraso, y que los lectores pedían insistentemente?

La solución ya la conocéis: publicamos La dama del lago 1 en noviembre de 2009, y con más calma y cuidado buscamos a quien sustituyera a Faraldo. Con su colaboración, por cierto: no sólo está de acuerdo en que el traductor elegido, Fernando Otero Macías (con amplia experiencia y talento demostrado en diversas editoriales), es el ideal, sino que se ha ofrecido a aportar el toque final que iguale el estilo, lo que hará en la medida que sus otras ocupaciones se lo permitan.

¿Significa esto que La dama del lago 2 aparecerá tan sólo unos meses después de La dama del lago 1? Pues mirad, con las traducciones de Sapkowski yo hace años que ya no pongo la mano en el fuego: hasta que no las recibo, no aseguro nada, y ésta no la tengo todavía. Pero me gustaría mucho que saliera pronto, para que los lectores no tuvieran que esperar más, y estoy haciendo todo lo que puedo al respecto.

martes, 16 de marzo de 2010

Señor del norte, de Sharon Kay Penman


Hoy se pone a la venta Señor del norte de Sharon Kay Penman, que presenté en esta entrada, y que es la segunda parte de El sol en esplendor. Tenéis la ficha completa del libro aquí.

Así comienza:

Ana Neville tenía una margarita en la mano. Sentada al sol ante la ventana en el primer día de su cautiverio en Coventry, arrancaba los pétalos uno por uno y los acomodaba en el regazo. Había encontrado la flor en el asiento de la ventana poco después de que los hombres de William Stanley las escoltaran al vestíbulo del priorato, donde las retendrían mientras él iba a anunciarle a su soberano que la francesa ya estaba bajo llave.
Ana estaba segura de que la margarita era un mensaje, para transmitir un pésame que era arriesgado expresar en palabras. Un partidario de Lancaster había dejado ese símbolo. Hacía tiempo que la margarita era emblema personal y flor favorita de Margarita de Anjou. Ana no había mencionado su descubrimiento y, mientras aguardaba la llegada de su primo Eduardo, se dedicó a arrancar y desperdigar los níveos pétalos, contándolos con cuidado. Cinco... seis... siete pétalos arrancados del corazón amarillo. Uno por cada uno de sus siete días de viudez.
Alzó la vista y miró a su suegra, al otro lado de la cámara, estudió sin piedad los estragos que la semana anterior había causado en ese rostro otrora hermoso. Ana no se había educado en la escuela del odio. Hasta que siguió a su padre al exilio en Francia, no había sabido qué era odiar a otro ser humano, nunca había tenido motivos para ello.
Pero después de Amboise había aprendido deprisa.

lunes, 15 de marzo de 2010

Descatalogados y libro electrónico

(Estoy respondiendo a las preguntas de los lectores en entradas dedicadas específicamente a cada una, intentando seguir el orden en que se hicieron. Os ruego paciencia si tardo en contestar alguna.)

Carlos dijo:

Leyéndole he podido constatar que se lamenta de la dificultad de encontrar algunas novelas editadas hace tiempo. Como a mí me ha pasado lo mismo en muchas ocasiones (teniendo que rebuscar por pequeñas librerías en busca de libros prematuramente descatalogados), ¿no se ha planteado el editar también en formato digital? Es una forma de mantener los libros siempre accesibles a los lectores.

La pregunta se refiere a dos cosas diferentes. En primer lugar, a los títulos descatalogados. Pues bien, ni en Bibliópolis ni en Alamut hay títulos descatalogados. Todos los libros que hemos editado desde 2002 pueden pedirse hoy mismo en cualquier librería y serán recibidos. Esto es importante subrayarlo, porque esta política no es frecuente: aunque algunas editoriales (por ejemplo, Gigamesh) la practican, la mayoría de nuestra competencia salda y descataloga, como ha sido tradicional en la edición del fantástico desde tiempo inmemorial. La opinión que me merece esa práctica daría (y dará) para un artículo completo, pero por ahora baste decir que no es el caso de mis sellos editoriales, ni lo será en un plazo previsible. (Naturalmente, no se puede hablar en absolutos cuando se trata del futuro, pero ésa es al menos la intención.)

Mi lamento iba más bien por el lado de lo difícil que resulta mantener distribuido un título que no sea una novedad: con frecuencia, los lectores a los que puede interesar un libro no lo compran porque no lo cazan lo suficientemente rápido, y tras unos meses desaparece de las librerías. En este sentido es inapreciable la labor que realizan las librerías especializadas (como Gigamesh, Estudio en Escarlata, Miraguano... y otras que obvio por no aburrir al lector) de mantener existencias relativamente amplias de los fondos de colecciones extensas; y el papel de las librerías online (Cyberdark, Fantasytienda...) se vuelve fundamental para asegurar la salida de ciertos títulos que ya no tienen presencia física. Me considero afortunado de tener algunos títulos que suman ventas considerables año tras año desde hace más de un lustro (y no me refiero a los de Sapkowski), y sé que sin las librerías mencionadas y otras no existiría este caudal. Por ello, los editores de fantástico debemos recomendar la compra en estos puntos de venta, que son auténticos baluartes contra la tiranía de las novedades. (Si algún librero lee esto y se ofende, que no se preocupe, que esto tiene solución: basta con que tenga existencias de un 10% de mi producción, y le consideraré mi hermano.)

La segunda cuestión a la que se refiere la pregunta es el libro electrónico, y ése sí que es tema para un ensayo. Por ahora baste decir que creo que el libro electrónico será una buena oportunidad para sacudir elementos anacrónicos del mundo del libro; pero que me temo que puede dar la puntilla al nicho especializado del fantástico; y que en todo caso todo está por ver aún: mientras no exista una plataforma potente de venta conjunta (un Amazon, para entendernos) y una forma sencilla de realizar los pagos cuyo uso esté ampliamente extendido en la sociedad, no habrá ni un asomo de negocio para los editores en este campo. Y hoy por hoy nadie me puede demostrar que ambos requisitos vayan a cumplirse, aunque nos parezcan altamente deseables (y yo diría que imprescindibles).

viernes, 12 de marzo de 2010

Reseña de Narrenturm, de Andrzej Sapkowski

En Insula Litterae ha aparecido esta reseña de Narrenturm de Andrzej Sapkowski:

Narrenturm

Es una reseña apasionada y entusiasmada por la novela, que creo que lo merece. Especialmente interesantes son las líneas finales, que vienen a coincidir con lo que opino: que Sapkowski es lo más grande que le ha pasado al fantástico desde hace décadas, porque con él se puede leer literatura de género sin dejar de leer literatura; puede uno sentir que no tiene que hacer concesiones para disfrutar de la lectura, y que el autor no le toma por un tonto o un inculto. Sapkowski nos desafía a los lectores de género a ser adultos, y su escritura es tan seductora que pensamos que sólo nos estamos entreteniendo. Sapkowski es nuestro propio Umberto Eco o Pérez-Reverte, sólo que además es muchísimo más divertido.

Por cierto, ya que la reseña los menciona, merece la pena destacar que tanto el mapa como el amplio glosario final que incluye nuestra edición no aparecen en la edición polaca: son añadidos de la edición alemana, que José María Faraldo adaptó y amplió para la española. Sería paradójico que ese considerable esfuerzo para facilitar la comprensión fuera ocasión para la crítica, aunque tampoco sería nada nuevo: una de las constataciones más inesperadas de mis primeros años de editor fue comprobar que los extras de un libro, tan solicitados por los lectores, son a menudo los que proporcionan excusas fáciles para criticarlo.

Un ejemplo: el pequeño ensayo de Arturo Villarrubia al final de Evenmere de James Stoddard enumeraba con pasmosa erudición parte (sólo parte) de las referencias de la novela, algunas francamente oscuras, para ilustrar el propósito del autor de homenajear a ciertos clásicos de la fantasía; pues bien, no hubo lector que, comentando el libro, dejase de mencionar lo profuso (y aun exagerado) de los referentes. ¿Hubiera sido mejor no incluir el ensayo de Villarrubia, lo que sin duda habría eliminado la ocasión de hacer ese comentario crítico? Todavía no he llegado a una conclusión.

jueves, 11 de marzo de 2010

Cubierta francesa de La red de Indra

En abril se pone a la venta la traducción francesa de La red de Indra de Juan Miguel Aguilera, cuya versión española publicamos el año pasado. La edición corre a cargo de L'Atalante, y ésta es su cubierta:


En esta página podéis ver los detalles del libro.

La red de Indra supuso un esfuerzo por parte de Juan Miguel Aguilera por acercar su ciencia-ficción a un público más amplio: la primera mitad del libro plantea un misterio al modo de los best sellers, pensado para que cualquier tipo de lector pueda entrar en la historia, y a partir del punto medio, ¡zas!, se encuentre metido en un apasionante relato de ciencia-ficción puntera que no tiene nada que envidiar a las narraciones más aventureras de los clásicos del género. Una novela trepidante, por tanto, a la que le deseo mucho éxito en Francia, un país donde Aguilera ya ha publicado repetidamente (y en ocasiones, antes que en España).

Aquí tenéis la ficha de este título en castellano.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Novedades de Alamut para el primer semestre de 2010 (3 de 3)

Serie Fantástica (continúa de la entrada anterior)

31. La dama del lago 2 (Saga de Geralt de Rivia, 7), de Andrzej Sapkowski

Para este título vale lo contado en la presentación de su edición en Bibliópolis, que será simultanea a la de Alamut.

Serie Histórica

9. Señor del norte (La Guerra de las Rosas, 2), de Sharon Kay Penman

Tras El sol en esplendor, que editamos el pasado otoño, continúa el impresionante fresco histórico sobre la Guerra de las Dos Rosas y la rivalidad entre las Casas de York y Lancaster escrito por Sharon Kay Penman, una admiradísima autora de novela histórica, y que resultará muy familiar a los aficionados a Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin: no sólo el planteamiento inicial de esa serie de fantasía es muy parecido al momento histórico del libro de Penman, sino que los detalles, los nombres, e incluso algunas anécdotas están directamente extraídos de la historia real. Pero el principal punto en común es que, como en la monumental saga de Martin, aquí los combates, las intrigas y las traiciones se suceden sin pausa, hay malvados terroríficos y héroes que mueren inesperadamente... ¡y no es invento de un autor con inclinaciones sádicas, sino pura historia! A este respecto, el libro de Penman ha sido muy alabado porque, aunque es una novela, no contiene ningún detalle que no esté estrictamente documentado. Es una suerte de antídoto a la novela "histórica" de moda, donde lo histórico es un mero escenario para una peripecia aventurera o policiaca: como otros autores que hemos publicado (Michael y Jeff Shaara, Wallace Breem, Henry Treece), Penman reconstruye la historia como podría haber sido, no se la inventa para uso de lectores contemporáneos... y sin embargo, precisamente por ello resulta fascinante. Su obra, por cierto, es igualmente monumental: el original de La Guerra de las Rosas es un volumen extensísimo, y en nuestra traducción (a cargo de Carlos Gardini) abarcará casi 1.000 páginas, de ahí que lo hayamos dividido en varios volúmenes. Ilustra, como ya lo hiciera en el tomo anterior, Alejandro Colucci, que ha recreado una naturaleza muerta protagonizada por la Rosa Blanca de York (tras la Rosa Roja de Lancaster que figura en el primer volumen).

10. Ángeles de acero, de Nicholas C. Prata

En 1565, un Imperio otomano en plena expansión por el Mediterráneo llegó a las puertas de la isla de Malta, que a la sazón era la sede de los caballeros hospitalarios, una de las órdenes religioso-militares creadas en Jerusalén tras la conquista por los cruzados. Expulsados unas décadas antes de su anterior sede en Rodas por los mismos otomanos, los hospitarios decidieron que ya no iban a seguir retrocediendo y plantearon batalla. Se inició así un asedio desigual, en el que los caballeros defensores estaban aislados de sus aliados y enormemente superados en número, pero contaban con las ventajas de unas buenas fortificaciones, un liderazgo fuerte e inteligente encarnado en la persona del gran maestre La Valette y, por qué no decirlo, un fanatismo religioso a prueba de bomba. Todo ello queda espléndidamente plasmado en la novela de Nicholas C. Prata, que recrea con todo lujo de detalles las condiciones y vicisitudes del asedio, transmite perfectamente lo asombroso de la hazaña y produce la sensación (correcta, a mi entender) de estar ante uno de los grandes relatos épicos de todos los tiempos, equiparable al de los trescientos de las Termópilas. Traduce con su habitual solvencia y amor por el detalle Carlos Gardini, e ilustra Alejandro Colucci.

martes, 9 de marzo de 2010

Inmersión total

Joserra dijo sobre La hija del dragón de hierro:

Un libro muy interesante y que lamentablemente ha pasado desapercibido. Recuerdo devorar el final con avidez en un viaje de avión sobre una península ibérica completamente oculta por las nubes, esperando que el dragón de hierro nos atacara de un momento a otro.

No es estrictamente una pregunta, pero tu comentario me ha recordado otros libros de fantasía que han tenido igualmente un éxito escaso, pero que terminé con una sensación de inmersión tremenda, que a pesar de los años transcurridos todavía recuerdo muy bien: La caída de los reyes de Ellen Kushner y Delia Sherman (que leí antes de publicar A punta de espada, cuando estaba explorando la obra de Kushner para ver con qué podía continuar el primer libro si iba bien, como así sucedió) y Evenmere de James Stoddard.

En ambos casos, terminé la lectura, alcé la vista y miré con extrañeza a mi alrededor (un banco en la calle y una cafetería, respectivamente): las sensaciones de las novelas habían sustituido de tal manera a la realidad que me costó volver a ella. Con libros así, publicarlos es su propia recompensa; si no se venden bien, mala suerte, pero el orgullo no me lo quita nadie. Me alegra mucho comprobar que otros lectores comparten esta impresión.

Es curioso, por otra parte, que precisamente los rasgos que hacen a La hija del dragón de hierro o La caída de los reyes lecturas tan inmersivas sean los que dificulten su acceso a algunos lectores. Me gustaría decir que es lógico (si es difícil salir de ellos, es porque es difícil entrar), pero ésa no es mi experiencia: a mí estos libros me atraparon desde el principio. Recientemente me ha pasado con otra novela de fantasía igual de estimulante, pero como está todavía inédita en castellano, de momento debo callar (aunque me cueste).

lunes, 8 de marzo de 2010

Tríptico de Trinidad, de Carlos Gardini


Hoy se pone oficialmente a la venta Tríptico de Trinidad, de Carlos Gardini. Tenéis la ficha completa de este título aquí.

Así comienza:

Tierra seca, aire polvoriento, piedras desmoronadas.
La tierra crujía bajo sus pies, el aire le quemaba los pulmones, las piedras le entorpecían la marcha. El mayoral Séptimo perseguía a los ejotes entre las ruinas de Pampa del Desamparo.
En el cielo encapotado, el Arco de Urania vibraba a la luz de los relámpagos. Las convulsiones del cielo se reflejaban en el camafeo profético que el mayoral llevaba colgado del cuello. Sin detenerse, Séptimo alzó el camafeo, miró los caracteres labrados.
Ambiguos.
Los palpó con el dedo, buscando certidumbres. No encontró ninguna.
Llegó con sus balestreros al linde de las ruinas.
Una lluvia roja le salpicó la cara. Miró arriba: ejotes voladores, abriéndose tajos en el cuerpo. Séptimo conocía el ritual. Derramaban sangre sobre sus enemigos para insultarlos y asustarlos.
Continuó la marcha bajo la lluvia roja, y los ejotes voladores pronto se alejaron. Bajarían a tierra y morirían desangrados entre los hurras de sus compañeros.
Delante se extendía un llano cuarteado que ascendía en un declive suave hasta una loma. Los ejotes fugitivos treparon a la loma y se detuvieron. Eran un puñado, pero sin duda un gran número esperaba detrás de la elevación. Una trampa burda, pero los ejotes nunca eran sutiles.
¿Debía seguirlos o no?
Un trueno rodó entre los nubarrones y murió con un murmullo. Si llovía, el llano sería un fangal. Los balestreros quedarían empantanados por el peso de sus armas. Séptimo ordenó un alto.
Sus suboficiales lo miraron con desconcierto.
—¡Ya son nuestros! —exclamaron.
Temían perderse una victoria fácil. Séptimo no quería una victoria fácil sino una victoria aplastante.
—¡Atrás! —ordenó.
Dieron media vuelta, regresaron hacia las ruinas. Los ejotes festejaron, gritaron el nombre de su caudillo.
—¡Chajá, Chajá, Chajá! —gritaron—. ¡Chajá, Chajá, Chajá!
El grito se perdió en un jadeo ronco. El jadeo degeneró en algarabía histérica.
—¡Chajá, Chajá, Chajá!
Séptimo miró por encima del hombro. Fila tras fila de ejotes harapientos asomaban sobre la loma. Cabezas, torsos, alas, garras, pies y pezuñas. Los híbridos se burlaban de ellos, imitando a coro sonidos de animales: trinaban, gruñían, rugían, balaban, rebuznaban.
Séptimo eludió la mirada reprobatoria de sus suboficiales. Clavó los ojos delante y se concentró en sus cálculos, estudiando las ruinas. Un terreno bajo, desfavorable. Pero la lluvia podía cambiar esa situación.
La algarabía se intensificó.
—¡Chajá, Chajá, Chajá!
Los ejotes se daban ánimo para atacar.
Séptimo aspiró el aire turbulento: la lluvia no tardaría. Los ejotes iniciaron su avance. Séptimo sintió el temblor del suelo, pero no miró hacia atrás ni apuró el paso. Notaba la alarma de sus hombres. Daban la espalda al enemigo y eran vulnerables, pero no quería azuzar a los atacantes con movimientos bruscos.
No me abandones, le rezó a la Ducásima.
Estalló un chubasco. Una cortina de agua flameó sobre el llano.
Al llegar a las ruinas, ordenó a sus balestreros que se detuvieran. Miró por encima del hombro. Hordas de ejotes se derramaban por la loma. La primera línea empuñaba armas arrojadizas precarias pero temibles: hachas, lanzas, cuchillos, piedras. Pronto los tendrían encima.
El mayoral ordenó a sus hombres que dieran media vuelta lentamente y formaran dos filas, la primera con una rodilla a tierra. Ordenó cargar las armas. Oyó con satisfacción el chasquido de las cuerdas contra el metal. La balestra o ballesta triple era su arma favorita. Con cada descarga disparaba tres dardos de triple punta. Cada dardo era un trívium de dolor. Cada herida era un trívium de sangre.
Esperaba haber calculado bien. La lluvia arreciaba.
Séptimo trepó a un pilar derruido. Quería que toda su gente lo viera, aunque así ofreciera mejor blanco a los ejotes. Alzó en el aire su puñal triple y su Libro de la Triple Vía. Desde esa altura miró a sus balestreros. Más allá de sus hombres, más allá de las ruinas, Trinidad. La ciudad brumosa se perfilaba contra un montículo de nubes con sus edificios negros, marrones y grises: el Capitolio de los Catecúmenos, el Trívium, el Circo de los Alígeros. El Eje del Mundo era un río de sangre humosa que subía al cielo.
Miró hacia atrás. El llano ya era un fangal. Nubes desflecadas cubrían el Arco de Urania. La lluvia se enredaba con la polvareda que levantaban los ejotes. La algarabía animal vibraba en el viento: trinos, gruñidos, rugidos, balidos, rebuznos.
—¡Chajá, Chajá, Chajá!
Séptimo vio que sus hombres lo miraban de reojo con ojos implorantes, pero esperó. Quería que los ejotes empezaran a correr en su acometida final, que su propio ímpetu los pusiera en desventaja.
Un relámpago proyectó la sombra de Séptimo en el suelo: el puñal, la cabeza y el libro formaron los tres brazos de un candelabro.
Sus hombres clavaron los ojos en ese candelabro oscilante. Bajo el fulgor del relámpago, eran soldados de luz.
Séptimo bajó el puñal.

viernes, 5 de marzo de 2010

Reseña de La leyenda de la piedra, de Barry Hughart


En Aurora Bitzine ha aparecido la siguiente reseña:

La leyenda de la piedra

De la reseña se desprende que al reseñador le ha encantado el libro, sin duda, pero no deja de señalar algún detalle desfavorable que, en mi opinión, será con lo que se quedarán los lectores. Por tanto, es más probable que la reseña sirva para que descarten la compra que para recomendarla... a pesar de la opinión fundamentalmente favorable del reseñador, cuya intención seguro que no era que sucediese eso. Ojo, no critico la labor del reseñador, pero sí advierto de los efectos imprevistos de un tipo de reseña: es lo que llamo "reseña con pero", que merecerá una entrada en una futura ocasión.

Por lo demás, es cierto que en éste y sus otros libros (Puente de pájaros, Ocho honorables magos), Barry Hughart consigue salvar con éxito el mayor peligro de la chinoiserie; a saber, que el autor quede tan encantado con su imitación del estilo chino como efecto cómico que la narración se empantane en volutas. Éste es un defecto muy evidente de la obra de Ernest Bramah, por ejemplo, aunque desde luego hay quien la disfruta, y mucho.

Hughart es más liviano, con diferencia, y sobre todo cayó a tiempo en la cuenta de que la chinoiserie por la chinoiserie no tiene alma: memorablemente, reescribió de arriba abajo su primera novela, Puente de pájaros, para dotarla de corazón, ¡y de qué manera! Para quien tenga curiosidad, en la red puede encontrarse esa primera versión, muy divertida y muy correcta, pero a gran distancia del resultado final.

jueves, 4 de marzo de 2010

Cubierta de El viaje de Hawkwood

Aquí tenéis en absoluta primicia la cubierta de El viaje de Hawkwood, primera entrega de Las Monarquías de Dios, de Paul Kearney.


La ilustración es de Alejandro Colucci y el diseño de Alejandro Terán. Representa a Richard Hawkwood, el héroe epónimo de esta novela (aunque sólo uno de los muchos personajes principales que la pueblan). Pinchando sobre ella podréis ver una versión de gran tamaño.

En esta entrada tenéis información sobre este título, que se pondrá a la venta en abril.

miércoles, 3 de marzo de 2010

El portal del alquimista, de Ted Chiang

Ricardo preguntó:

¿Qué pasó con El portal del alquimista, de Chiang? ¿Seguís pensando en publicarlo o se ha caído?

Anónimo dijo:

Me sumo a la pregunta sobre la publicación de El portal del alquimista de Ted Chiang. Me alegré un montón cuando me enteré de su publicación en Bibliópolis pero parece haber desaparecido del mapa.

Es un proyecto cancelado. Me temo que me pudo el entusiasmo: en cuanto supe que existía ese relato largo (que ha ganado los premios Hugo, Nebula y Seiun) de Ted Chiang, lo compré para publicarlo. Pero luego me encontré con el problema del formato: era demasiado corto para un libro. Pensé en publicarlo con algún material adicional, pero hay poco inédito disponible (Chiang es precisamente famoso por la escasez de su producción), así que para alcanzar la extensión requerida, hubiera tenido que volver a publicar algún relato ya editado en La historia de tu vida.

El resultado final habría sido un volumen de ciento y pico páginas que se habría vendido a un precio bajo (unos 10 euros), pero después de conversar sobre el proyecto con Julián Díez, éste me convenció de que los lectores no iban a entender la edición, y que el ofrecer material "repetido" sería percibido negativamente, por mucho que se vendiera a un precio que prácticamente aseguraba que no se obtendrían beneficios. Y yo, ya se ve, estoy dispuesto a perder dinero por la satisfacción de publicar a Ted Chiang, pero perder dinero y reputación al mismo tiempo es demasiado pedir...

Así pues, cancelé la publicación, y ahora estoy esperando a que Chiang reúna material para publicar una segunda colección relativamente amplia que justifique la edición en formato de libro. A su ritmo habitual, calculo que en unos siete u ocho años la tendrá lista... y entonces podremos publicar por fin en español "El portal del alquimista" (junto con otros relatos ma-ra-vi-llo-sos, como "Exhalación", que ganó el Hugo, el Locus y el British SF).

martes, 2 de marzo de 2010

Novedades de Alamut para el primer semestre de 2010 (2 de 3)

Serie Fantástica (continúa de la entrada anterior)

28. La sangre de los elfos (edición colecionista), de Andrzej Sapkowski

Para este título vale lo contado respecto a La espada del destino (edición coleccionista) en la entrada anterior sobre novedades de Alamut.

29. Relatos completos 2, de Isaac Asimov

Tras la suerte de prólogo a la obra corta asimoviana que fue la primera entrega de los Relatos completos (que contenía los tres volúmenes de El joven Asimov), esta segunda recoge las primeras colecciones de relatos que cimentaron la fama de su autor: Al estilo marciano (1955), Con la Tierra nos basta (1957) y Nueve futuros (1959). Más de treinta cuentos de un Asimov en plena forma, que recopiló en estas selecciones los mejores textos de su época de escritor para revistas. La traducción, que es completamente nueva, corre a cargo de Manuel de los Reyes, que está haciendo un trabajo espléndido al dar nuevo lustre a los relatos de Asimov, e ilustra la cubierta Maciej Garbacz, un artista excepcional de paisajes espaciales.

30. Las fuentes del paraíso, de Arthur C. Clarke

Recuperamos un ilustre título descatalogado de un gigante de la ciencia-ficción como Arthur C. Clarke: Las fuentes del paraíso ganó tanto el premio Hugo como el Nebula, los máximos galardones del género, algo de lo que no muchas novelas pueden presumir. En su momento, la polémica sobre la autoría original de la idea del ascensor espacial que se plasma en este libro (aparecido al mismo tiempo que La telaraña entre los mundos de Charles Sheffield, que proponía un artefacto equivalente) oscureció los valores propios de esta sensacional novela. Yo le encuentro al menos dos: una, el alcance del relato, que pasa cómodamente de las viejas leyendas de Sri Lanka al moderno enfrentamiento entre fe y ciencia, y más allá, hasta un futuro posible de comunidad interestelar, resultando siempre ameno y plausible (e incluso, ¿me atreveré a decirlo?, poético en ocasiones); y dos, la tensión dramática de ciertos momentos de la construcción del ascensor espacial, que se encuentran entre las mejores escenas de acción que he leído. Hemos encargado una nueva traducción, como hacemos habitualmente cuando reeditamos clásicos; en este caso, a Carlos Gardini, a fin de devolverle a esta obra el esplendor que con frecuencia empañan las viejas traducciones.

(continuará)

lunes, 1 de marzo de 2010

La dama del lago en un solo tomo

Federico Pascual preguntó:

Quisiera saber si tienes intención de publicar La dama del lago en un solo tomo en el futuro.

En un futuro sí, pero no próximamente, y tampoco está muy claro que sea en la edición en rústica.

La razón es muy sencilla: una vez se ha dividido el título en dos (cosa que, francamente, habría preferido no hacer), debemos rentabilizar las ediciones de ambos volúmenes antes de plantearnos otras. Y son 12.000 ejemplares de cada volumen (8.000 en Bibliópolis y 4.000 en Alamut)... Si editásemos un volumen conjunto, estaríamos desincentivando la compra de los volúmenes separados.

Así que la edición conjunta sólo se planteará cuando se agoten las ediciones separadas. Lo que, en condiciones normales, podría ser dentro de uno o dos años.