lunes, 15 de marzo de 2010

Descatalogados y libro electrónico

(Estoy respondiendo a las preguntas de los lectores en entradas dedicadas específicamente a cada una, intentando seguir el orden en que se hicieron. Os ruego paciencia si tardo en contestar alguna.)

Carlos dijo:

Leyéndole he podido constatar que se lamenta de la dificultad de encontrar algunas novelas editadas hace tiempo. Como a mí me ha pasado lo mismo en muchas ocasiones (teniendo que rebuscar por pequeñas librerías en busca de libros prematuramente descatalogados), ¿no se ha planteado el editar también en formato digital? Es una forma de mantener los libros siempre accesibles a los lectores.

La pregunta se refiere a dos cosas diferentes. En primer lugar, a los títulos descatalogados. Pues bien, ni en Bibliópolis ni en Alamut hay títulos descatalogados. Todos los libros que hemos editado desde 2002 pueden pedirse hoy mismo en cualquier librería y serán recibidos. Esto es importante subrayarlo, porque esta política no es frecuente: aunque algunas editoriales (por ejemplo, Gigamesh) la practican, la mayoría de nuestra competencia salda y descataloga, como ha sido tradicional en la edición del fantástico desde tiempo inmemorial. La opinión que me merece esa práctica daría (y dará) para un artículo completo, pero por ahora baste decir que no es el caso de mis sellos editoriales, ni lo será en un plazo previsible. (Naturalmente, no se puede hablar en absolutos cuando se trata del futuro, pero ésa es al menos la intención.)

Mi lamento iba más bien por el lado de lo difícil que resulta mantener distribuido un título que no sea una novedad: con frecuencia, los lectores a los que puede interesar un libro no lo compran porque no lo cazan lo suficientemente rápido, y tras unos meses desaparece de las librerías. En este sentido es inapreciable la labor que realizan las librerías especializadas (como Gigamesh, Estudio en Escarlata, Miraguano... y otras que obvio por no aburrir al lector) de mantener existencias relativamente amplias de los fondos de colecciones extensas; y el papel de las librerías online (Cyberdark, Fantasytienda...) se vuelve fundamental para asegurar la salida de ciertos títulos que ya no tienen presencia física. Me considero afortunado de tener algunos títulos que suman ventas considerables año tras año desde hace más de un lustro (y no me refiero a los de Sapkowski), y sé que sin las librerías mencionadas y otras no existiría este caudal. Por ello, los editores de fantástico debemos recomendar la compra en estos puntos de venta, que son auténticos baluartes contra la tiranía de las novedades. (Si algún librero lee esto y se ofende, que no se preocupe, que esto tiene solución: basta con que tenga existencias de un 10% de mi producción, y le consideraré mi hermano.)

La segunda cuestión a la que se refiere la pregunta es el libro electrónico, y ése sí que es tema para un ensayo. Por ahora baste decir que creo que el libro electrónico será una buena oportunidad para sacudir elementos anacrónicos del mundo del libro; pero que me temo que puede dar la puntilla al nicho especializado del fantástico; y que en todo caso todo está por ver aún: mientras no exista una plataforma potente de venta conjunta (un Amazon, para entendernos) y una forma sencilla de realizar los pagos cuyo uso esté ampliamente extendido en la sociedad, no habrá ni un asomo de negocio para los editores en este campo. Y hoy por hoy nadie me puede demostrar que ambos requisitos vayan a cumplirse, aunque nos parezcan altamente deseables (y yo diría que imprescindibles).

1 comentario:

  1. Precisamente yo también iba a proponerte que hablases un poco del tema del libro electrónico. Creo que la opinión directa de un editor y más de uno que admiro sería muy interesante.

    Actualmente soy poseedor de un lector de Sony y aunque presenta ciertas carencias estoy muy contento de poder llevar mi librería conmigo allá donde voy y en casos de libros que puedo comprar en el extranjero, de poder disponer de ellos de forma casi inmediata incluso con la posibilidad de obtener fragmentos para ver si me resultan interesantes.

    Por desgracia me tengo que contentar con llevar libros comprados en inglés y algunas versiones conseguidas de forma "irregular" en castellano (aunque dispongo de las edicciones compradas en papel). Me da mucha pena ver como las editoriales extranjeras suelen ofrecer versiones digitales de sus libros mientras que aquí, una vez más, tendremos que esperar una eternidad para ver algo similar.

    A nivel de consumidor de literatura no veo más que ventajas, desde la meramente práctica a la ecológica. Solo espero que los editores y escritores encontraéis la vía de que, por una vez, nos nos quedemos atrás y podamos disfrutar de nuestra afición de la forma que más nos apetezca.

    Este artículo me resultó muy interesante, aunque sin más información que le que ahí puedo leer no me atrevo a dar una opinión bien formada:

    http://www.econectados.com/2010/01/los-editores-espanoles-van-a-equivocarse-con-el-ebook/

    Un saludo!

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