Mundo de dioses

El resultado es una novela dinámica, trepidante y muy bien escrita, donde la descripción cinética de la acción es, más que el habitual relleno emocionante, una apuesta de carácter literario: Marín intenta (y sale airoso de ello) nada más y nada menos que transmitir las sensaciones de las viñetas de un cómic... pero sin contar con el dibujo.
Aparte de los numerosos guiños que aparecen a personajes reconocibles (pero que no es necesario captar para seguir la trama), me parece particularmente memorable el ingenioso recurso que concibe Marín para conseguir herir a un superhombre invulnerable: no lo contaré aquí para no estropear la sorpresa, pero baste decir que es una solución que sigue la aplastante lógica interna que requieren tanto los universos superheroicos coherentes como la mejor ciencia-ficción.
muy buen título para reedición...¿tienen o tendrán en el futuro ediciones de bolsillo?
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