El espejo de bronce

El lector hipotético que hubiera hecho esta observación bien podría estar interesado en ver cómo se las apaña Sherman en solitario, y la respuesta de El espejo de bronce es: muy bien. Como destaca la reseña, la recreación de una Inglaterra de balada y leyenda, pero perfectamente realista, está tremendamente trabajada; y me alegra especialmente que reconozca el esfuerzo y el acierto del traductor, Manuel de los Reyes, al volcar al castellano un texto repleto de términos y referencias de un medievalismo casi abrumador. Que El espejo de bronce se pueda leer fluidamente y el lector no tropiece a cada paso con problemas de comprensión o cuestiones mal resueltas es enteramente mérito suyo.
Una curiosidad: en El espejo de bronce, publicada originalmente en 1988, se cita la balada inglesa tradicional "The Famous Flower of Serving Men" (de hecho, forma el núcleo de la trama); y en Thomas the Rhymer de Ellen Kushner, publicada originalmente en 1990, también (aunque como trama secundaria). La novela de Kushner fue galardonada con el Premio Mundial de Fantasía, y no descarto publicarla algún día.
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