jueves, 26 de agosto de 2010

Reseña de Tríptico de Trinidad, de Carlos Gardini

En OF Blog of the Fallen ha aparecido la siguiente reseña de Tríptico de Trinidad:

Tríptico de Trinidad

Ahí va la traducción de mi cosecha:

"
Tierra seca, aire polvoriento, piedras desmoronadas.

La tierra crujía bajo sus pies, el aire le quemaba los pulmones, las piedras le entorpecian la marcha. El mayoral Séptimo perseguía a los ejotes entre las ruinas de Pampa del Desamparo.

En el cielo encapotado, el Arco de Urania vibraba a la luz de los relámpagos. Las convulsiones del cielo se reflejaban en el camafeo profético que el mayoral llevaba colgado del cuello. Sin detenerse, Séptimo alzó el camafeo, miró los caracteres labrados. (p. 11)

Este comienzo de la novela más reciente del escritor argentino Carlos Gardini, Tríptico de Trinidad, es representativo de su técnica narrativa. Dividida en tres partes, Gardini usa series de tres en su construcción de las escenas, en su cosmología y en sus caracterizaciones para crear un efecto narrativo que resuena según avanza el relato. Desde el mismísimo comienzo de este libro hasta su conclusión 261 páginas después, me encontré cada vez más atraido por la prosa rítmica de Gardini.

A lo largo de su carrera, Gardini ha ganado varios premios en lengua castellana, incluyendo el UPC de novela corta dos veces, y en esta novela de 2010 demuestra un dominio de la prosa y el tema que muy pocos autores han logrado en cualquier idioma. El relato es, en la superficie, bastante sencillo: la líder de la ciudad de Trinidad, la Ducásima (una maga y visionaria que protege las leyes y el alma de la ciudad), ha sido envenenada. El Eje del Mundo está en peligro. Partiendo de la búsqueda del antídoto para este veneno, el relato se despliega en un reflejo de la naturaleza del universo y una exploración de los motivos internos.

Como decía más arriba, hay mucho simbolismo en torno al número tres. Gardini realiza un trabajo magnífico de exploración de la cosmología de su mundo de Trinidad, poniendo en solfa no sólo cómo y por qué existe una figura cuasidivina, sino también cómo se organizan las sociedades, cómo interactúan las personas, y cómo vemos el mundo que nos rodea. Los personajes que parten en busca del antídoto viven muchas aventuras excéntricas. Aunque alguien podría lamentar que estos personajes no están "bien desarrollados", me parece que Gardini los mantiene ex profeso cercanos a la tabula rasa para acentuar la disonancia que existe en varias de las escenas. En particular, disfruté las escenas relativas a los catecúmenos y los temas de la religión y la creencia que Gardini explora en ellas. No se trata de la típica búsqueda de fantasía en la que los héroes deben encontrar un objeto. En este caso, parece que la propia búsqueda sirve como metáfora de cómo los humanos pretendemos establecer un orden y crear sistemas para entender el mundo salvaje y caótico que nos rodea. Aunque en ocasiones estas exploraciones temáticas se vuelven un poco confusas, en conjunto me encontré atrapado por el relato.

Me gustaría citar más prosa de Gardini para mostrar cómo usa el simbolismo tripartito para propulsar su relato, pero por desgracia mucho se perdería en la traducción. Pero quizá esta pequeña entrada del capítulo 17 puede subrayar este argumento:

Basilisca habla, Séptimo escucha, Ostremón mira los frisos de la sala conciliar. (p. 117)

Los pasajes como éste poseen un ritmo como de salmodia, y Gardini lo emplea con gran eficacia más adelante en la novela. Esto crea una mayor percepción de las cuestiones filosóficas y cosmológicas que se plantean a lo largo de la novela. Esta mayor percepción, a su vez, hace que el lector se concentre no sólo en lo que se cuenta, sino también en los motivos subyacentes al relato. Las repeticiones poéticas de Gardini sirven por tanto para crear una suerte de efecto cascada a lo largo de la narración, pues las pequeñas escenas acaban magnificadas gracias a cómo se presentan, y esto a su vez añade una gravedad a la obra que no poseería si se contase de modo más convencional.

Es muy difícil hablar de esta novela sin desear dedicar miles de palabras a sus temas y a sus aplicaciones en el texto. Constreñido por las limitaciones de una reseña, por oposición a una crítica literaria, me encuentro en esta reseña trazando círculos en torno a los bordes de este libro. Como no deseo estropear la experiencia lectora para los lectores bilingües como yo que puedan sentir curiosidad por las obras de fantasía "profundas", sólo puedo decir que Gardini es un escritor extremadamente virtuoso que ha creado una de las novelas de fantasía más profundas y filosóficas que he leído en cualquier idioma. No existen comparaciones realmente útiles con lo que ha logrado aquí. Quizá podría citar algunas obras de Gene Wolfe, pero éstas son referencias indirectas a cosmologías humanas en mayor medida que lo que Gardini ha escrito. En menos de 300 páginas, construye un universo vívido, presenta varios conflictos intrigantes, y luego lo remata con una conclusión que deja al lector deseando releer el libro entero a la luz de lo que se revela. Si eso no es un potente testimonio del logro de Gardini, me resultaría difícil encontrar algo mejor para describir esta magnífica novela."

miércoles, 25 de agosto de 2010

Edición coleccionista de Trilogía del Imperio

Ricardo preguntó:

Por cierto, ¿para cuándo una edición para coleccionistas de la Trilogía del Imperio [de Isaac Asimov]?

¡Vaya, qué buena idea! En principio, la ventaja de nuestra edición conjunta y en rústica (tapa blanda) de la Trilogía del Imperio asimoviana es que tiene un precio equivalente, o incluso inferior, a una hipotética edición por separado de las tres novelas que la componen en formato de bolsillo, y por eso sería competitiva incluso de producirse tal edición. (No lo sería respecto a una edición conjunta en bolsillo, desde luego.) Uno de los argumentos con los que la vendemos en la Feria del Libro de Madrid es: "¡Cada novela sale a ocho euros!" (teniendo en cuenta el 10% de descuento de la Feria).

Frente a esto, una edición coleccionista, que desde luego sería en tapa dura y habría que ver si además incluiría algún extra, sería inevitablemente mucho más cara, tanto como para no ser competitiva en absoluto. Dicho lo cual, algo que estoy aprendiendo con la Saga de Geralt de Rivia es que cuando hay mucho público para cierto libro, hay también una fracción de ese público dispuesto a pagar un poco más por una edición visiblemente mejor. Y la Trilogía del Imperio se empieza a acercar a ese nivel de ventas.

Por lo tanto, no sería de extrañar que tarde o temprano publiquemos una edición coleccionista de este título. Quizá tan pronto como en la próxima Feria del Libro de Madrid. Dependerá, sobre todo, de la evolución de las ventas de la actual edición (que es la tercera).

miércoles, 18 de agosto de 2010

Distribución en América

Iván dijo:

Saludos cordiales. Tuve la excelente experiencia de estar dos años en Madrid, tiempo en el cual a la vez de sacar mi master me di el gusto de leer como 130 libros, la mayoría de cf y de fantasía. Además, indicar que de Bibliópolis me leí la gran mayoría que publicaron hasta el 2006. Al retornar a Chile lamentablemente me ha sido imposible conseguir títulos de Bibliópolis y mucho menos de Alamut. Recién el año pasado se pueden adquirir en una librería argentina, que para el caso mejor los importo desde Fnac, cosa que de hecho he realizado, ya que los costos de envío son alrededor de 40 euros. Bueno, el punto es... qué pena que no consideren nuestro mercado y quedemos huérfanos de sus títulos.

Para mi Bibliópolis es parte de mi entrañable recuerdo de mis tardes en Madrid con un libro bajo el brazo. Me gustaría verlo en las vitrinas chilenas y regodearme en la elección de un nuevo titulo. Cómo no va ser posible que puedan colocar sus títulos si la mayoría de las otras editoriales lo están.

Me alegra mucho saber que tienes tan buen recuerdo de Bibliópolis por haber podido seguir la colección hasta 2006. Hay quien diría (yo entre ellos) que conociste la etapa más fructífera de la colección Fantástica, puesto que a partir de 2007 y sobre todo de 2008 tuvo lugar una reestructuración de mi proyecto editorial que cambió el planteamiento de mi trabajo. Con esto no quiero decir que los títulos de los años posteriores no sean tan o más valiosos que los de los anteriores; pero sí que es cierto que entre 2002 y 2006 o 2007 Bibliópolis Fantástica tuvo una etapa muy especial, con una personalidad palpable a poco que uno la siguiera (aunque lamentablemente poco rentable), por lo que no me extraña que haya quien la eche de menos. También en España; así que, si te sirve de consuelo, la nostalgia está repartida entre las dos orillas.

Entrando en materia, nos encantaría disponer de distribución en América, pero lamentablemente es algo que, a pesar de ser definitivamente deseable, es complicado de organizar. Poco a poco vamos recabando el interés de algunas librerías de diversos países americanos, y trabajamos regularmente con varias empresas exportadoras españolas que sirven pedidos a estos puntos de venta. Por desgracia, este sistema, que tiene sus ventajas, también tiene los inconvenientes de que los ejemplares que llegan a América son escasos, y que tienen que haber despertado previamente el interés de los libreros, es decir, que no llegan ni en gran cantidad ni automáticamente, por lo que es fácil que pasen desapercibidos. No obstante, cuando nos llegan solicitudes de información de lectores americanos, les damos los datos de nuestras exportadoras para que, si lo desean, les propongan a sus librerías de confianza un pedido de nuestros títulos.

Este sistema de exportación a pedido es obviamente menos interesante que una distribución en condiciones, pero actualmente queda fuera de nuestro alcance porque carecemos de, en primer lugar, la capacidad logística para hacer envíos masivos a América, y en segundo lugar, de contactos de confianza con distribuidoras locales. También nos frena el hecho de que, si exportamos al mercado americano los ejemplares producidos para el mercado español, los precios de aquí resultan demasiado caros allá.

Una posibilidad intrigante merecedora de un estudio más serio es la publicación directamente en algún país americano de algún título de nuestros sellos. Además de abaratar considerablemente los costes de impresión y transporte, haría posible una difusión realmente masiva, si el éxito de los títulos la requiere. Es algo que debo considerar en el futuro.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Jeff Vandermeer

Víctor Derqui preguntó:

¿Habéis pensado en publicar algo de Jeff Vandermeer?

Pues sí. Hace un buen puñado de años solicité City of Saints and Madmen para leerlo a ver cómo estaba, pero poco después La Factoría de Ideas publicó Veniss Underground, así que supuse que se encargarían en adelante de ese autor y lo dejé de lado. Las ventas no debieron acompañar, porque no se ha vuelto a traducir nada de él al castellano, y está claro que sería interesante para lectores con tus gustos (y los míos: ah, la exquisita minoría).

Pero a decir verdad, tras mis propias experiencias comercialmente decepcionantes con el New Weird (El año de nuestra guerra de Steph Swainston, La ciudad del grabado de K.J. Bishop o Historia natural de Justina Robson, sin olvidar los hitos proto-NW que son la secuencia de Viriconium de M. John Harrison o La hija del dragón de hierro de Michael Swanwick), no he quedado con muchas ganas de volver a intentarlo, y si Vandermeer es conocido por algo, es precisamente por ser el abanderado del movimiento (digamos que es el San Pablo al Cristo de China Miéville; Harrison sería el profeta Elías, y Swanwick, Juan el Bautista).

Dicho lo cual, es un autor cuyas andanzas sigo y, aunque no le leo habitualmente, no es descartable que algún día caiga en mis manos una novela suya que me parezca perfecta para publicarla.

jueves, 5 de agosto de 2010

Un primer atisbo


La primera de las novedades de otoño que ha entrado en imprenta: Los reyes heréticos de Paul Kearney, gloriosa continuación de El viaje de Hawkwood y segunda entrega de Las Monarquías de Dios. La ilustración es un nuevo retrato psicológico de uno de los personajes principales, obra de Alejandro Colucci: en este caso, de Abeleyn, rey de Hebrion, que tiene un papel fundamental en este volumen de la saga. Aquí encontraréis la ficha completa.

Pronto anunciaremos el resto de las novedades de septiembre en Alamut y Bibliópolis.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Sobre novela histórica

Rodrigo preguntó:

¿Significa ese "está traduciendose" que vais a publicar The Last Full Measure [de Jeff Shaara]? Si es así es una extraordinaria noticia, no estaría de más que pudierais adelantarnos fecha aproximada de publicación. Me parece muy acertada vuestra selección de títulos en la colección de histórica, qué decir de El águila en la nieve de Wallace Breem, de la que tengo la primera edición sin mapas, detalle éste que habéis subsanado en la segunda edición. ¿Qué acogida está teniendo la trilogía de La Guerra de las Rosas? ¿Os vais a plantear en un futuro publicar más novelas de Sharon Kay Penman?

Sí que vamos a publicar The Last Full Measure de Jeff Shaara, con la que concluye la trilogía de la Guerra de Secesión que incluye Dioses y generales y Ángeles asesinos. Si la traducción llega a tiempo, saldría el próximo mes de noviembre; si no, quedaría para el año que viene.

En cuanto a la selección de títulos de las colecciones de novela histórica de Alamut y Bibliópolis, hay que decir que el mérito es enteramente de nuestro asesor para este tema, Rafael Muñoz Vega: suyo es el redescubrimiento de novelas clásicas que estaban inéditas en castellano como Ángeles asesinos, El águila en la nieve o La Guerra de las Rosas, auténticos prodigios narrativos que habían quedado olvidados a pesar de su fama.

En cuanto a la presencia o no de mapas en nuestras novelas históricas, parece mentira, pero la razón para incluirlos muy limitadamente en un principio era puramente estética: no tenía claro dónde podían insertarse sin que quedasen mal reproducidos o resultasen difíciles de leer. Recientemente me di cuenta de que las guardas de las ediciones en tapa dura son el lugar perfecto (aunque en ocasiones una pequeña parte de lo impreso quede oculta en el pliegue interior de la cubierta), y desde entonces ya no me quedan dudas a la hora de que aparezcan mapas en nuestras ediciones. Hay que advertir, no obstante, de que aunque encargamos nuestras propias versiones de los mapas, todavía no hemos dado el paso de añadir un mapa a un libro que no lo incluya en su edición original.

Sobre la trilogía de La Guerra de las Rosas, de Sharon Kay Penman, su acogida está siendo francamente tibia para tratarse de la obra mayor sobre el tema, posiblemente debido a que nuestra edición en tapa blanda no coincide con el gusto de la mayoría de los lectores de novela histórica, que prefieren la tapa dura. (Habrá quien opine que nuestro pecado ha sido repartir en tres volúmenes la obra de Penman, pero ya me gustaría a mí saber cómo se podía plantear la edición de otra forma: hay una buena razón por la que este clásico absoluto estaba inédito en castellano ¡desde 1982!) El precio de venta del primer volumen, El sol en esplendor, estaba además deliberadamente rebajado (no veréis otro título nuestro de 400 páginas a 19,95 euros) como incentivo para la compra, lo que suponía incurrir en un riesgo adicional. En definitiva, si vamos a culminar la edición de la novela con el tercer volumen pendiente, Por la gracia de Dios, será por empeño personal mío, ya que es prácticamente imposible que cubramos los gastos. Tampoco es la primera vez. (Afortunadamente, otros títulos, como los mencionados Ángeles asesinos y El águila en la nieve, se están vendiendo muy, muy bien.)

miércoles, 28 de julio de 2010

Nueva novela de Peter Watts

Ultra VGA preguntó:

Hablando sobre Visión ciega y Peter Watts, ¿quieren decir esas ventas que es probable que veamos traducida la continuación de VC, State of Grace?

Bueno, claro, cuando el señor Watts la escriba y la publique; por lo visto parece que la cosa va por buen camino.

Efectivamente, Peter Watts está trabajando en una sidequel (horroroso neologismo que significa que lo que cuenta no sucede ni antes ni después de la obra original, sino en paralelo) de Visión ciega titulada State of Grace, que narraría desde dentro lo que sólo puede calificarse como la versión escéptica de la Singularidad: ha hecho falta que llegase este canadiense misántropo para plantear que el sagrado momento del salto asintótico de la capacidad de procesamiento festejado por los autores de cf puede parecerse mucho, para los que se quedan fuera, a un genocidio... Y hasta aquí puedo decir sin reventar el final de Visión ciega. (Si todavía no has leído esta novela, oh lector, no te voy a conminar a que corras a la librería más próxima a por ella, porque es casi imposible que la encuentres ya: está agotada.)

Esto quiere decir que en cuanto esté listo el texto de State of Grace, seré el primero en querer leerlo. En cuanto a publicarla en castellano, es otra cuestión. Las ventas relativamente buenas (ojo, que la tirada fue corta: en este caso, las buenas ventas no equivalen a beneficios) de nuestra edición de Visión ciega obedecen, me temo, a la estrategia de empaquetado que seguí al publicarla: como a estas alturas ya no creo que sea posible vender bien ciencia-ficción realmente puntera, rebajé deliberadamente el calibre de la presentación de Visión ciega, y en lugar de ofrecer una demoladora exploración de la relación entre inteligencia y autoconsciencia con horrorosas implicaciones sobre lo que significa ser humano, vendí un nuevo Alien (nótese la cubierta). Como se ve, no me avergüenzo de ello (aunque comprendo algunas reacciones airadas de quienes esperaban encontrar una narración más clásica, más previsible y más aburrida: lamento que la novela resultase ser mejor de lo que imaginabais), sobre todo porque no hace falta mentir para presentar de esta forma Visión ciega: como puede atestiguar cualquiera que la haya leído, realmente contiene esos elementos de "en el espacio nadie puede oír tus gritos".

Pero, realizada con éxito esta maniobra... no puede repetirse. La siguiente novela de Peter Watts, si me atrevo a publicarla, me la voy a comer con patatas. Incluso si no contamos a los centenares de lectores que ya saben que este autor les sobrepasa, y que no querrán volver a experimentar la sensación de ser superados intelectualmente, muchas gracias, mi experiencia de publicación de otras continuaciones, incluso de novelas con ventas mucho mayores que Visión ciega, indica que es muy, muy probable que no se cubran los costes de la publicación de esa continuación. Ejemplo: El privilegio de la espada, de Ellen Kushner, ha vendido en torno a un 40% de lo que A punta de espada, de la misma autora.

Dicho lo cual, si me leo State of Grace y resulta ser tan estimulante, tan llena de ideas y tan provocadora como Visión ciega... no tendré más remedio que publicarla. Ante novelas extraordinarias, este impulso mío es, lo confieso, más fuerte que la prudencia.

miércoles, 21 de julio de 2010

Firmas de autor y ventas

Palomares preguntó:

Sapko [el autor también conocido como Andrzej Sapkowski] no estuvo el año pasado [en la Feria del Libro de Madrid], ¿no? Me pregunto cuál es el efecto que la presencia del autor provoca en las ventas.

Ante todo, aclaremos que Sapkowski SÍ que estuvo en 2009 en la Feria del Libro de Madrid. Y en 2008, aunque ese año todavía no teníamos caseta propia. Y en 2004, invitado por la representación en Madrid de la Comisión Europea, que trajo a la Feria a una pléyade de autores de los nuevos países miembros de la Unión. En suma, en 2010 fue la cuarta ocasión que Sapkowski estuvo en la Feria (y la novena en España, si no me fallan las cuentas: a las visitas ya dichas hay que añadir las de las HispaCones de 2002 en Barcelona y 2004 en Cádiz, y las Semanas Negras -en Gijón- de 2003, 2005 y 2007).

Así que tenemos experiencia acumulada para responder a tu pregunta, y la respuesta es: el efecto de la presencia del autor en las ventas es notable. No sólo porque Sapkowski sea un señor interesante al que como mínimo te paras a mirar un rato (y de ahí luego puede que hasta le leas, quién sabe), sino porque, respondiendo a tu duda específica, las firmas en la Feria del Libro producen ventas con total seguridad. Naturalmente, dependiendo de cuán conocido previamente sea el autor y cuánto interés despierte su nueva obra, estas ventas serán mayores o menores, pero lo cierto es que siempre se producirá alguna venta que no habría tenido lugar de no estar el autor.

Por ejemplo, en la primera (y a la postre única) firma de Sapkowski en nuestra caseta de la Feria el pasado viernes 11 de junio, comprobé que vendimos 50 ejemplares de sus títulos sólo durante la hora que duró la firma. Para tratarse de unos libros que en algún caso llevan publicados más de siete años, y que con frecuencia los lectores se traen de casa ya comprados, y de un autor que tenía programadas muchas más firmas el resto del fin de semana, es una cifra notable. Igualmente, aunque no dispongo de los datos concretos, puedo calcular que el número de lectores que se compraron sus libros el día anterior, jueves 10, durante la firma que organizamos en la librería barcelonesa Gigamesh, fue sorprendentemente alto.

En definitiva, la presencia del autor siempre produce un buen efecto sobre las ventas. Otra cosa es que ese efecto justifique el esfuerzo de traerlo. En el caso de Sapkowski sí que es así, pero claro, es nuestro autor más vendido.

lunes, 19 de julio de 2010

Sapkowski el políglota

Feérica15 preguntó:

Este hombre [Andrzej Sapkowski] es de Polonia, ¿no? ¿Habla español o inglés?

Efectivamente, Sapkowski es polaco de Polonia capital. Habla, que yo sepa, además de polaco, ruso, checo, inglés, alemán e italiano (y por si acaso yo no presumiría que no entiende el español). Eso entre las lenguas vivas. Como ya han descubierto los lectores de Narrenturm, también domina el latín y tiene nociones de, por lo menos, alemán medieval.

miércoles, 14 de julio de 2010

Aventuras navales de Dewey Lambdin

Lorena dijo:

Terminándome La cañonera del rey, me acabas de dejar en la estacada hasta septiembre, Luis.

Espero ser de los primeros en devorar La fragata Cockerel y los siguientes siete, que espero no se demoren demasiado, llevo enganchado a la serie desde Al servicio del rey.

Gracias por vuestro esfuerzo en las traducciones, ya que el lenguaje naval no es, desde luego, el más facil.

Gracias a ti por seguir la serie de aventuras navales de Alan Lewrie, por Dewey Lambdin. Como conté en esta entrada, nos vimos obligados a posponer la publicación de la sexta entrega de la serie, La fragata Cockerel, porque con el libro ya preparado y listo para entrar en imprenta me di cuenta de que se pondría a la venta en fechas muy malas para la distribución. En 2009 ya tuvimos la experiencia de que ningún libro publicado en junio tuvo una distribución ni siquiera medianita, sino que todos fueron directamente un desastre, causando en conjunto un agujero financiero que sólo se pudo salvar porque el resto del año fue excelente (el mejor desde que edito profesionalmente). Lo cierto es que en 2010 no hemos escapado completamente de esta suerte, ya que aunque evitamos editar ningún título después del 15 de mayo, hemos sufrido igualmente una distribución muy mediocre en mayo. Parecería que todo lo que sea publicar después del Día del Libro (23 de abril) es mala idea para las distribuidoras.

Pero volviendo al tema, te gustará saber que no te quedan siete títulos por leer de la serie, sino diez: Lambdin lleva ya quince entregas publicadas, y todavía le queda cuerda para rato. Como contaba en esta entrada, las novelas de Alan Lewrie tienen su propio sabor en el género de la aventura naval, y creo que los aficionados a esta temática lo saben apreciar. Con todo, las ventas de la serie en nuestra edición están siendo en sus últimas entregas justitas, justitas, apenas suficientes para cubrir costes, por lo que tampoco tenemos un incentivo para acelerar su publicación. Intentamos captar a más lectores publicando dos novelas al año en lugar de una en 2009, pero como era quizá previsible no ha funcionado: los seguidores de la serie, que por otra parte parecen muy fieles, siguen siendo un número limitado de lectores. Con mejores ventas, nos animaríamos a editar los siguientes títulos a un ritmo más rápido; pero así las cosas, lo más probable es que no sólo no podamos sacar más de un título al año, sino que debamos aumentar el precio. Siento dar malas noticias, pero como la alternativa es no editar estos libros, espero que coincidáis conmigo en que podrían ser peores.

Por último, me alegra que aprecies el trabajo puesto en las traducciones, que desde luego son como son gracias al trabajo de la traductora, Núria Gres. Mi intervención se ha limitado a asegurarme de que una misma persona traduce todos los títulos de la serie, algo que es obviamente aconsejable pero que parece cada vez más raro en el actual mundo editorial. Un aspecto a destacar de la traducción de Gres que resulta invisible al lector español es su labor desentrañando no el lenguaje técnico naval (que tiene su miga, pero en esencia es cuestión de glosario), sino los diálogos en jerga cuasifonética que Lambdin pone en boca de sus marineros: por Dios que en inglés son casi incomprensibles, y no dejo de maravillarme cada vez que compruebo que la traductora capta y traduce su sentido. Es verdad que se pierde algo de sabor al eliminar ese registro casi completamente, pero no sé si la alternativa sería mejor. La serie naval de Alan Lewrie es quizá el único ejemplo que manejo de libros escritos en inglés (y, por tanto, que puedo leer en su edición original antes que en castellano) que NO recomiendo que quien pueda los lea en su idioma de origen, por muy acostumbrado que esté a leer en inglés: sencillamente, en la traducción se entienden muchísimo mejor.